El Megaterremoto de la Educación
Nuestro anticipo de Portada tras 2 semanas de recesión cuando el computador se fatigó de albergar tan nefastos contenidos que son sucesos presentes a pesar de los lamentos presidenciales
La Formación Escolar, amenazada por diversos flancos que muestran deterioro, debiera ser el tema de preocupación nacional porque es el pivote del desarrollo actual y futuro
Sin que se nos mueva el piso ni se derrumbe una muralla, hoy estamos sentados sobre un silente terremoto de categoría apocalíptica, que en escala de Richter se sitúa en 10,0+, magnitud de la que no existe registro en el mundo.
¿Exagero?
No, nada de eso, basta virar la mirada solo hacia la Región de Atacama para visualizar apenas la punta del iceberg como una de las múltiples catástrofes que en Educación están ocurriendo sin que logremos, pareciera por la pasividad de quienes gobiernan, proyectar su impacto en décadas en las actuales generaciones y sus descendientes. Es un magno sismo.
En el caso de Atacama, debieron trascurrir 50 días para que el centralismo se percatara de los 30.000 niños que se suponen hoy debieran estar completando su año escolar, y no están asistiendo a clases debido a que los docentes desmunicipalizados e ingresados al Sistema Slep (Servicio Local de Educación Pública) se mantienen en paro en protesta por la deteriorada infraestructura de los 46 colegios públicos donde ejercen.
Pero el conflicto va más allá que la demanda por mejoras básicas de equipamiento y ya se están alzando las voces para señalar que el SLEP que surgió por iniciativa del Gobierno de Bachelet en 2017 y que aún no se ha implementado en todo el país ha sido un fracaso a la luz de lo que ocurre en Atacama como plan piloto y que deja a 30 mil escolares sin completar su año escolar.
Las críticas apuntan a ¿adivinen qué? que el sector político ha convertido el flamante sistema en botín para insertar operadores políticos de distintas banderas ideológicas, entre éstas se señalan a parlamentarios de la DC y el PS como liderando estas clavadas de banderillas en una nueva institucionalidad.
Esto último ha redundado en la integración de funcionarios con desconocimiento de aspectos técnicos, de gestión y de contenidos para el manejo de un sector tan vital en el desarrollo del país como lo es el de la Educación de las nuevas generaciones.
El proceso lo hemos visto en otros servicios públicos como el ex Sename, Gendarmería (donde quedó en nada el proceso de investigación sobre escandalosas jubilaciones millonarias, entre ellas, la de la cónyuge de un ex senador socialista) y similar al esquema del Caso Convenios para adjudicar proyectos también con recursos millonarios confiscados de presupuestos destinados a sectores vulnerables. Tampoco hemos sabido mucho.
Porque el flamante Slep no sólo se está nutriendo de funcionarios incompetentes, sino la Fiscalía de Atacama ha abierto una indagación por el uso incierto de recursos millonarios y sus destinos en tanto niños que están siendo dañados en su formación por carecer de una infraestructura adecuada. Que se suma a la crítica de los expertos sobre metodologías, innovación, tecnología, contenidos, valores y todo insumo que implica la preparación del futuro ciudadano.
Según ha señalado el ex ministro de Educación, Raúl Figueroa, el nuevo Sistema Educacional (Slep) retornó a una jerarquización centralista, en oposición a la municipal cuyo objetivo era contar con una cercanía en la gestión.
Esa es la razón de la nula sensibilidad del Gobierno con el escandaloso paro docente de Atacama que ya va por sus 60 días, en tanto el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, argumentó que es “un problema de Estado”. Habría que preguntarle si no es él quien administra el gabinete educacional en nombre del Estado.
El Partido Comunista dio dura pelea para adjudicarse el ministerio de Educación en este Gobierno. Lo lamenté y lo expresamos en su oportunidad: el PC tiene sus objetivos propios de su ideología, cuya estrategia para la permanencia en el Poder es capturar las nuevas generaciones bajo su decálogo doctrinario. La mejor vía por cierto es la Educación. Y eso es lo que está haciendo hoy y ya ha presentado una Renovación Curricular cuyos titulares ya provocan escozor. Ya será un tema futuro de estas páginas.
Pero el de Atacama decíamos es la punta del iceberg para este sismo apocalíptico grado 10+ porque la Educación y las nuevas generaciones, y en particular la más vulnerable, está presa de una gestión con pésimos resultados y de evidencias de niños que llegan al nivel tercero de la básica sin manejo adecuado de la lecto-escritura, un pilar fundamental, junto con la operativa, para el futuro ciudadano, que si no cuenta con esa instrumentalización mínima y apoyada por otros contenidos, la capacidad lógica por ejemplo, sobre los cuales también hay escaso rendimiento, los niños van en retroceso y no en progreso.
Hoy la incorporación al mundo tecnológico demanda una pre-formación sólida que la conseguirán sólo sectores privilegiados porque el sector público no ejerció su responsabilidad en recuperarse. Y en este nivel toda la verborrea de avanzar en Igualdad se cae a pedazos.
El sector ciudadano cuya formación depende del sector público- que muestra sólo excepciones de maestros y escuelas innovadoras- no estará capacitado para una vida laboral, menos para un desenvolvimiento ciudadano y una libertad de decisión, que ya ha quedado expropiada en estos años cuando en su niñez y su juventud el Estado-como dice el ministro Cataldo- no le respondió.
Proyectemos su capacidad para formar familia, sustentarla e incentivar a sus hijos que estarán sujetos a similares carencias cognitivas que él vivió y serán sólo excepciones quienes torcerán su destino.
Eso, despleguémoslo en la ciudadanía que pasará a ocupar cargos, gestionar desde el mundo público y privado lo que será en definitiva el futuro del país.
Las naciones son lo que son sus ciudadanos y creo que algo de los vacíos que ya se están haciendo patente desde hace algunas décadas la estamos viviendo hoy. No me explayaré más sobre ese tema que es una realidad.
¿Dónde está la empatía, pero derechamente la responsabilidad, y las propuestas, objetivos y plazos del “actual Estado” con la Educación para hacer frente a este megaterremoto que soterradamente está consolidándose en Chile?
Es una gran pregunta sobre la cual no visibilizamos aun una pequeña respuesta.
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