Variadas Circunstancias y todas ajenas al proceso Constitucional
Con un nuevo mapa político despertarán los chilenos el lunes próximo porque este domingo no sólo se elegirán a los Consejeros Constitucionales en un segundo intento del país para elaborar una nueva Carta Fundamental. También parecieran estar dadas las circunstancias para que las tendencias políticas así como la intención de voto de la ciudadanía se modifiquen.
Desde ya constituirá una nueva evaluación para el Gobierno de Boric y para el fragmentado Congreso con nuevos partidos que participan de la arena parlamentaria. Influirán también los inquietantes nuevos acontecimientos y las situaciones complejas que vive la Ciudadanía.
Porque tanto para Chile como para las familias nada está resultando fácil, en Economía ni Convivencia, si mencionamos el aumento del desempleo, la inflación y la saturación del flujo migratorio, entre otras dificultades que han mermado la calidad de vida.
Eso a grosso modo sobre el escenario y particularmente el ánimo con que el votante sufragará. Aunque se ha detectado una suerte de cansancio electoral y la demanda por una nueva Constitución ha quedado opacada por señales negativas, algunas de las cuales ya mencionamos, la obligatoriedad para algunos y la responsabilidad para otros (esperamos) podría repetirse en esta nueva jornada electoral la afluencia masiva de electores hacia las urnas que hubo el pasado 4 de septiembre.
Esto último no es intrascendente, porque el pronunciamiento del votante dará legitimidad al resultado del cual algunos, que ya sacan cuentas negativas, se han anticipado a cuestionar la ruta que ha seguido el proceso que ha sido fortalecido con el Comité de Expertos, Reglamento, Comité Técnico de Admisibilidad y Bases Constitucionales, todas instancias con los cuales se ha buscado asegurar un marco orientador y ordenador de los Principios que debe contener una Constitución.
Esta elección de Consejeros, por tanto es el siguiente paso hacia un proceso que deberá culminar en diciembre con una nueva propuesta que será plebiscitada por la Ciudadanía.
Si la jornada de este domingo no ha despertado tanto el interés de los chilenos, entre los factores que han concurrido a esta circunstancia está el que su proceso previo se ha desarrollado con prudencia, profesionalmente.
A diferencia del intento anterior, en esta fase preliminar han estado ausentes la polémica y los comportamientos impropios que continuaron acompañando el debate en la redacción y que finalmente dio por resultado una proposición plagada de sesgo doctrinario y que concluyó en el amplio rechazo ciudadano.
Una mala experiencia que no debiera repetirse sea cual fuese la composición política que alcance el Consejo en esta segunda oportunidad que se da el país para elaborar una nueva Carta Magna.
Esa sería una buena señal porque se recuperaría la cultura cívica que primaba en los chilenos en discusión de temas fundamentales, cuya pérdida asomó en los debates políticos con el cuestionamiento generalizado a los avances que tuvo el país por décadas y cuando emergió la intolerancia, la desconfianza y la descalificación para intentar imponer ideas denostando la política de los acuerdos.
A lo anterior se han sumado prácticas populistas que se han traducido en una producción legislativa poco rigurosa y de baja calidad.
Una de las complejidades presentes está dada por el nuevo Régimen Electoral aprobado en el último Gobierno de la Presidenta Bachelet a propósito de corregir el sistema binominal, y que ha tenido como consecuencia una preocupante segmentación del Congreso y elecciones de parlamentarios con bajísima votación. Además de aumentar significativamente el número de congresistas.
Esa es una de las modificaciones importantes que proponen los expertos quienes recomiendan elevar a una base electoral de un 5% como requisito para continuar participando como Partido Político en la vida cívica del país.
Interesante sería sacar a los políticos de la actual zona de comodidad para elegir sus representantes.
Este artículo en víspera de los comicios, es complementario a la columna que escribí para el Semanario “Tiempo” y que contiene los elementos que debí filtrar porque en Periodismo Escrito, los redactores estamos limitados por espacios que se traducen en determinados números de caracteres.
Les invito también a leer esa columna publicada hoy.
Realismo Electoral
Publicado el 05/05/2023 Semanario “Tiempo”
Replicando el clima electoral del pasado 4 de septiembre, las elecciones de este domingo se realizarán igualmente en un ambiente tensionado.
Y ese es un realismo inevitable, si se tiene en cuenta que los acontecimientos transcurridos desde esa jornada han sido adversos para el Gobierno y para la Ciudadanía, dos actores protagónicos en estos comicios.
El Ejecutivo llega a este 7 de mayo con el peso de una economía adversa. Con todos los indicadores en caída, una fallida Reforma Tributaria y la amenaza de un sexto retiro previsional. Se suman diversos sectores, como los deudores del Cae y el profesorado, quienes han entrado en una fase de frustración ante la eventualidad que las promesas de campaña del hoy Presidente no logren concretarse.
La Ciudadanía votará con la mente en vicisitudes muy distintas a la elección de consejeros constitucionales y tal circunstancia también puede influir en su voluntad de voto.
Esto último también es parte de este realismo porque nada es más prioritario para las familias que sus dificultades e incertidumbre económicas y además resulta inevitable el agobio que experimentan por enfrentarse en el día a día con una delincuencia creciente.
Los Partidos y Coaliciones que compiten por los 50 escaños del Consejo han sabido hacer esa lectura del votante y se han enfocado en la encrucijada que hoy vive la ciudadanía marginando de sus campañas los temas constitucionales.
Para mayor realismo, Gobierno, Partidos Políticos y Parlamentarios ven en estas elecciones una prueba del peso de sus colectividades en la intención de voto, en preparación de futuras elecciones que ya están a la vuelta de la esquina,
También los sondeos, que aunque no pueden publicitarse sí subyacen, han tensionado aun más el clima político. Lo suficiente como para que en anticipación a una eventual derrota, algunos estén cuestionando la legitimidad en la forma del proceso.
Hay preocupación además porque la Ley del Péndulo que pudiese inclinar la balanza hacia representantes de una determinada Coalición o Partido genere al interior del Consejo comportamientos ampliamente rechazados en el proceso anterior.
Nada de lo anterior está en la mente ciudadana, cuya gran mayoría aspira a la estabilidad, a la sensatez y responsabilidad políticas en pro de despejar la elaboración de una nueva Carta Fundamental y avanzar hacia la solución de sus dilemas presentes.
En tales circunstancias se hace muy necesario que en este Consejo prime la voluntad para redactar un texto adecuado. Las 12 bases constitucionales elaboradas por el Comité de Expertos- cuya difusión ha sido mínima- otorgan claridad, principios y una ruta para la redacción de una propuesta que interprete al Chile actual y futuro.
¿Sería posible tal dosis de necesaria realidad?
A ese proceso estaremos atentos hasta diciembre, cuando será la Ciudadanía, y no determinados sectores políticos, la que deberá pronunciarse sobre el borrador para una nueva Constitución.
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