Lo Faltante en el último Debate y cómo se movió el Tablero de los Competidores
A media hora que concluyera el último debate presidencial previo a las elecciones, un atentado en Curanilahue dejaba 5 personas heridas y vehículos quemados, un episodio más en la deplorable situación de la zona sur.
Hago esta relación porque una de las grandes ausentes de este panel fue la Araucanía, esa tragedia que va in crescendo y que este centralizado país observa desde la lejanía.
Hay mucha inquietud sobre la escalada que puede tomar este conflicto y un deber prioritario del próximo mandatario, y también del Parlamento, es pulverizar de forma difinitiva los luctuosos acontecimientos que se registran en esa zona en una mezcla explosiva: etnias, narcoterrorismo, delincuencia y lucha por el poder de la tierra. Y enclaves capturados por grupos violentísimos que, aunque duela, siguen el mismo patrón que las milicias colombianas.
Cómo entonces no era fundamental dedicarle algunos minutos y sobre eso expresaré algo políticamente incorrecto: era de mayor trascendencia que la cuestión de género, que ya es batalla ganada desde la nueva culturalidad instalada en el país.
Ahora, ese tema les resultó más que cómodo, muy conveniente, para que el resto de los panelistas confrontara a Kast que tuvo su peor noche en debates presidenciales.
La Migración, la Violencia, la Delincuencia, la Descentralización y la Cultura, todas materias no resueltas, no reguladas o poco abordadas en este y anteriores periodos que quedaron también fuera del debate.
Y son componentes de la vida cotidiana muy vinculados al bienestar y el estado armónico de un país, están dentro de la gran aspiración de chilenos no identificados con los 2 años de permanente agobio por la violencia, la inestabilidad y hasta la muerte- por pandemia y movilizaciones- que han estado en el telón de fondo en una largo paréntesis en la planificación de muchas familias.
¿Y qué hay de ese desfonde de los ahorros previsionales, el drama de los actuales jubilados y el futuro de los próximos retirados? Sólo Provoste fue llamada al pizarrón, sin éxito, gracias a su gran experiencia para evadir temas que le complican.
Porque no dijo que su proyecto de instalar la modalidad de establecer una recaudadora y sistema estatal, también contempla recoger las actuales ahorros que se transformarán en una suerte de certificación para quienes lo reunieron durante toda una vida laboral. Los jubilados nos quedaríamos con un papel en la mano.
A Boric, aunque se parapetó en su predisposición a someterse a tribunales por la denuncia de acoso que se mantiene en su contra pero que pareciera que no ha llegado a la Justicia, le favoreció el silencio solidario del resto de los candidatos, similar al mantenido por los movimientos feministas en los cuales parece haber pesado más la ideología que las banderas de género.
La camaleónica transformación de imagen de Boric no logra su objetivo: imposible olvidarle con su pelo rapado a un costado, su aversión a las tenidas formales, pero más que eso que no tiene gran validez sólo en el intento, a lo mejor no auténtico de mostrarse más formal, no anula al Boric adorador de las barricadas, indulgente con los detenidos por violencia, irascible con la presencia militar en las calles, su puño en alto, su adhesión a la doctrina de Marx y menos su asociación al Partido Comunista.
¿Cuántas veces habrá expresado en la noche del debate su planteamiento por la necesidad de llegar a acuerdos? Muchas que difícilmente convencerán, por las reiteradas una y otra vez del rechazo que hizo para insistir en que la política de los acuerdos era cosa de generaciones vetustas. Y otras tantas evadiendo pronunciarse por la violencia en las calles y en la Araucanía.
La del lunes fue la noche de Sichel, que recuperó su pachorra para demostrar con convicción las ideas de una derecha conservadora que se moviliza hacia un centro de un Chile multicultural y con nuevos códigos en su forma de vida. Es el dilema de quienes quieren votar porque una ultraizquierda no llegue a La Moneda y que deberán decidir entre 2 candidatos.
Aprovechó la pésima noche de Kast, quien no logró atajar la artillería que le llegó de sus contendores y de los periodistas y de una agenda donde estaban justamente ausentes sus banderas de lucha.
Si este debate moverá el mapa de adhesión entre los 2 candidatos representativos de la ultraderecha y la centro derecha, lo sabremos avanzada la tarde del domingo.
Meo y Artés no lograron evitar su menor rol en estas presidenciales. Marco Enríquez Ominami se vistió con traje de catedrático o sotana para hablar desde el púlpito, desde donde dirigió a todos sus compañeros sugerencias para mejorar o reprimenda por lo mal hecho. Hasta un raspacacho le dio a Boric por portarse mal en la fila y ahí este abanderado, que por cuarta vez intenta cruzarse la banda presidencial, demostró que se quedó congelado en el tiempo. Si eso atrajo hace unos años como el candidato de la renovación, hoy ya es estrategia obsoleta aunque todos los postulantes el lunes perdieron el rumbo y la voluntad para decir a la ciudadanía cómo salimos del atolladero en que el país se encuentra.
Puede que Meo logre colocar el mote de “Dr. Sueño” que endilgó a Kast, quien efectivamente parecía estar en un letargo, pero si conoce bien el guion de “Dr. Sueño” pudo haberse referido al lastre que este personaje tenía de su diabólico antepasado, porque ahí podría estar la clave de Kast y su retroceso en su mejor manejo, tras el traspié en su recuerdo hace algunos días de los tiempos de la dictadura. Haría bien a este fraccionado país entre izquierda y derecha, que ambos bandos dejen atrás tal instrumentalización y colocar el foco en el progreso nacional.
Volviendo a Meo puede que no haya logrado cosechar votos a su favor.
Artés es un personaje: en su eventual Gobierno liberaría a todos los presos de la revuelta y muchos más, mantendría las barricadas, encabezaría las movilizaciones, situándose como el guaripola mayor. Y añadió que su Gobierno tendría un sistema muy diferente al que todos proponen. No tenemos la menor duda.
Provoste estuvo muy medida, más de lo que debiera ya que no encabeza encuesta y en esa posición da lo mismo que se lance a la piscina, pero mantuvo su postura de esquivar las brasas candentes de su programa, el cual sólo las materias de más izquierda que tiene- como el aborto a todo evento que debe haber incomodado a los militantes DC de más confesión- podrán adherirse a la controvertida propuesta de Boric, donde deberá coexistir con las imposiciones del Partido Comunista. No será tanta su aversión porque es una muy izquierdista militante DC.
De todo pero por encimita, como el comercio ambulante que hoy inunda las calles cobrando los votos de los alcaldes electos, se vio en el debate.
Pero el sufragio que el domingo vale será el suyo, pensando en Chile, los chilenos y el futuro del país. Rentabilícelo.
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