La película y sus hijos, símbolos del neo-noir que aplauden sus adeptos: las recomendamos
Pocas secuelas y precuelas de la cinematografía pueden jactarse de mantener el éxito, la calidad y la popularidad de la producción original.
“Fargo” es una realización que lo ha logrado de manera amplia aunque ya ha transcurrido un cuarto de siglo del debut de la película más emblemática de los hermanos Coen y la que catapultó al éxito a Francis MacDorman.
La película, perteneciente al género negro, obtuvo 9 de los principales premios cinematográficos, entre ellos 2 Óscar y está posicionada entre las 100 mejores cintas estadounidenses.
Su peculiaridad es la mezcla de personajes comunes y corrientes que por circunstancias latentes cometen asesinatos que parecen no impactarles en continuar llevando su vida como respetables ciudadanos y su encuentro con profesionales del crimen dispuestos a todo.
Ese es el mismo rasgo de las series de televisión que bajo similar título comenzaron a ser exhibidas en las plataformas de streaming desde 2014, 18 años después del éxito de la película con igual resultado de aplausos de crítica especializada y audiencia.
Lleva ya 3 temporadas, organizadas cada una en 10 capítulos, con relatos distintos.
Los hermanos Coen participan como productores, a diferencia de la película en que actuaron como productores, directores y guionistas. Por eso, aunque su intervención en la serial es acotado, el sello de estos cineastas es indudable en una realización que tiene un matiz muy distintivo dentro del género negro. El estilo propio está muy presente de estos verdaderos virtuosos en la recreación de relatos y personajes en los que se mezclan la violencia, la frialdad y el desparpajo para llegar a la destrucción y autodestrucción. Recoge también y contribuye a generar desolación, el permanente frío de crudo invierno que se mantiene como una constante.
Con la película, los Coen lanzaron al estrellato a Francis MacDorman, esposa en la vida real de Joel Coen, pero cónyuge o no, la MacDorman igual hubiese brillado. Lo demuestran sus 3 Óscar y una innumerable cantidad de estatuillas asociadas con que la ha distinguido el mundo cinematográfico. Su último Óscar lo obtuvo siendo la protagonista de la película “Nomadland” por cuya interpretación ganó el Óscar y otra treintena de estatuillas en festivales cinematográficos.
Ella da vida a un personaje clave en “Fargo”, el filme, cuyos rasgos se mantienen en estas secuelas en forma de serie. Es la policía, maltratada y ninguneada por su jefe, quien siempre es un arrogante, incompetente e ingenuo policía que desestima todas las correctas pistas planteadas por esta policía. Desde esa perspectiva, estas producciones le hacen un guiño de contrapunto al feminismo varias décadas anteriores al actual despertar del activismo de género.
El Estado de Minnesota (Estados Unidos) es el escenario de estos sucesos cruentos que son presentados como “hechos reales”, lo que es una soberana mentira, que opera como una efectiva argucia para generar más emoción en los espectadores. Está expresado en tono de humorada que ningún espectador la cree, pero la audiencia del género negro tiene la disponibilidad para que cualquier argumento o situación intensa puede integrar el relato.
La serie ha cosechado a la fecha 6 premios y gran número de nominaciones.
La primera temporada en formato streaming tuvo en su elenco a Billy Bob Thornton, uno de los actores predilectos del cine negro. Su participación protagónica le valió un Globo de Oro, al interpretar al extraño asesino que se desplaza como justiciero para poner en su lugar a individuos que desde el poder cometen abusos con individuos que tampoco pasan la prueba de la blancura.
En la segunda temporada, un carnicero que sólo aspiraba a seguir cortando bifes y envolviendo chorizos, se sitúa como la carnada más apetecida por un clan mafioso que además está en plena guerra por el poder territorial con otra “familia”. En estos 10 episodios, la crueldad, la sangre fría y los balazos elevan el tono al grado superlativo y el humor negro permite que hasta en medio de una balacera se haga presente un ovni, cuya presencia no logra detener el mutuo exterminio de todos los hampones.
Durante la tercera serie exhibida por Netflix, una estampilla de colección genera un drama entre dos hermanos con diferentes destinos. Pero lo más malvado se registra con la presencia de un siniestro personaje supuestamente perteneciente a la mafia rusa que extiende sus tentáculos sobre empresas para lavar sus dineros mal habidos.
“Fargo” tiene personajes que alcanzan el más elevado tono de lo siniestro como éste individuo que logra poner a todas sus víctimas bajo su dominio echando mano a una diversidad de métodos perversos. O como Billy Bob Thornton que no pestañea para disparar con un fusil tipo AK-47 que porta como quien lleva una mochila. Pero todo el restante elenco contribuye además desde sus circunstancias a generar un destructivo final.
“Fargo”, la serial, es un hijo corregido y aumentado de su original, con bastantes méritos propios para el aplauso de los incondicionales del género negro.
Recomendada para quienes son insensibles a escenas perversas o están en sintonía y convicción de que todo es una ficción con una muy buena escenificación. Todas las fechorías están ejecutadas con tanta cara de inocentes que la sincronía con el humor negro atenúa la sensación de la crueldad y perversidad presentes.
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