La Nociva Práctica Parlamentaria
Los alcaldes que van a la reelección y su permanencia en el cargo han sido la piedra del tope para que el Congreso, a 4 días del calendario inicial, no logre llegar a un acuerdo para hacer ley lo que es evidente, que los comicios deben postergarse por la grave crisis sanitaria que vive el país.
Así, los parlamentarios han volcado toda su energía a esta cuestión de menor orden pero de gran cálculo político- la fecha ya la tienen, 15 y 16 de mayo- y un proyecto de mera formalidad ha derivado en una lata tramitación.
Está instalado así el freno que impide a congresales trabajar a mayor celeridad, principalmente porque este perjudicial cálculo político ha sido en desmedro de materias aun de mayor interés del país. La composición actual del Parlamento, cuando hay una mayoría de Oposición y cuando también los congresales oficialistas no están dispuestos a sacrificar su ganancial político, el cálculo político se incrusta como un mal mayor.
Es el tema que desarrollamos en la reciente columna que publicamos en el Semanario “Tiempo”.
Les invito a leerla:
El Dañino Cálculo Político
Semanario “Tiempo” 2/04/21
Con calculadora en mano, el Parlamento está resolviendo nuevo calendario electoral. En el debate no han sido las adversas cifras de la pandemia las que han primado sino el mayor interés de una u otra fracción en el provecho que pueden obtener de esta postergación.
El contexto sanitario que enfrentamos es el peor de la pandemia, con un sistema hospitalario a borde del colapso, un elevado número de contagios, un grupo etario más joven internado y con circulación de cepas más agresivas.
¿Qué pasará si en los próximos 40 días no ceden las hostiles cifras pandémicas hoy presentes? Estaríamos frente a indicadores que llevarían a una escasa votación complejizando la legitimidad de los comicios.
Han sido los propios políticos quienes han valorizado estas elecciones como las más trascendentes de las últimas décadas por la nominación de los constituyentes que elaborarán la nueva Carta Magna.
Toda elección democrática debe garantizar su legitimidad como un principio inequívoco entre cuyos requisitos sine qua non están posibilitar que el mayor número de votantes esté en condiciones de asistir a las urnas en una situación óptima de participación ciudadana.
Es muy distinto que los votantes no concurran por voluntad propia a que un gran número esté impedido o inhibido de asistir a los locales de votación.
Esa legitimidad arriesgamos cuando se han definido fechas que están en el límite para que las cifras que exhibe la crisis sanitaria desciendan y libere a un Chile hoy mayoritariamente cuarentenado. El único factor real a la fecha es nuestra exitosa velocidad en el Programa de Vacunación, que nos clasifica entre los países más eficientes.
Por el contrario, en este nuevo calendario han primado como principales análisis y argumentos las perturbaciones que genera y particularmente el daño electoral que causaría en algunos candidatos la interrupción y extensión de la campaña.
Cómo no iba a estar presente el nocivo cálculo político, el mismo dañino cálculo con que se han aprobado muchos proyectos contrarios a los intereses ciudadanos; el mismo cálculo que con similar propósito ralentiza la discusión de otras tantas iniciativas; el malsano cálculo que lleva a perniciosas afirmaciones para ganar algunos mínimos segundos en medios de comunicación y el mismo cálculo en la injustificable inhibición para condenar la violencia.
Pero esta iniciativa no sólo está contaminada por el cálculo político. También la Cámara ha pretendido que por la postergación en los comicios, los créditos demandados por los candidatos ¡queden congelados en sus intereses! Un privilegio que ya se quisieran todos a quienes la pandemia les tiene ahorcados con sus compromisos bancarios. ¿De dónde proviene esta iniciativa? De los parlamentarios milennials de izquierda y esa sí que es una sorpresa.
Nada nuevo bajo el sol cuando el Parlamento debate proyectos que son de propio interés: rapidez en el despacho, cálculo político y privilegios.
Felicitaciones, Susana, por este clarividente artículo.
Las cosas por su nombre. Gracias
Gracias Estimada Carmen por tu comentario. Desafortunadamente el escenario político es inquietante y ojalá los políticos puedan reaccionar por sobre sus intereses. Un Abrazo