Su parecido con la realidad es sólo coincidencia
“Borgen” es la teleserie que la lleva hoy en Chile entre los culebrones enfocados en temas políticos, porque cuenta con todos los ingredientes que suceden hoy. En sus 30 episodios desfilan las colectividades, con sus encuentros y desencuentros y a cuyo amparo nacen y se desarrollan los políticos donde van desplegando sus alas para ir de pichones a grandes palomos.
El nombre de la serial alude al diminutivo con que se conoce el Palacio de Christiansborg donde funciona el Parlamento danés. Y su público puede prepararse porque la plataforma anunció ya una cuarta temporada que podrá ser vista tras un lapsus de 7 años, tal vez acicateada por la gran acogida que ha tenido esta re-edición.
Es la historia de Birgitte Nyborg, quien sin aspirarlo, llega al cargo de Primera Ministra de Dinamarca. Esto, a pesar de representar un partido de minoría, tras la caída del Primer Ministro por denuncia instrumentalizada por la oposición, y en circunstancias que las grandes coaliciones no logran llegar a un acuerdo.
¿Algo distinto a la realidad? Para nada, los chilenos que vean esta serie de Tv, no necesitarán entrar en sintonía con el Parlamentarismo, sistema de Gobierno danés, porque al fin y al cabo, las rencillas, trampas y estrategias suceden cualquiera sea el sistema que esté vigente.
Pero sigamos con la historia. Esta la primera mujer que asume como Primera Ministra en un país de monarquía parlamentaria. Inicia su gobierno con las mejores intenciones de actuar bajo un estricto rigor ético y participativo y ya veremos cómo en el primer episodio, cuando no acepta utilizar la irregularidad que derrumbó al Primer Ministro en beneficio propio, en otros capítulos más adelante no trepidará en hacer zancadillas y participar de estratagemas para hacer caer a quienes se oponen a sus propuestas.
Es la metamorfosis del Poder en plena marcha y ese es uno de los principales sustentos de esta historia donde a ella se la ve permanentemente caminando por la cornisa, para esquivar los cepos que le tienden hasta sus propios ministros de coalición.
Lo cierto es que los personajes tienen sus matices en torno a cumplir con sus labores y los intereses del país, pero está esa zona más oscura acicateada por la codicia por alcanzar el poder, evitar desplomarse en el Gobierno y en las encuestas y responder a su electorado.
Los otros ingredientes de este relato son los temas familiares y sentimentales, así como el ineludible puente de unión entre políticos y medios de comunicación. De estos últimos hay personajes bastante elaborados de periodistas, editores y directores de medios también muy inspirados en situaciones reales.
Pero los realizadores de “Borgen” se sedujeron tal vez con el éxito de audiencia- o así estaba planificado- y cayeron en el culebrón con las pequeñas y grandes historias ocultas de los protagonistas. En esa línea asomarán un niño abusado, una Primera Ministra que invita a su aposento a la persona menos indicada, un suicidio forzado por una revelación mediática y otras truculencias que hizo que esta historia para la crítica especializada fuera de más a menos.
Así como hoy también la política ha ido de más a menos, cuando se habla de su farandulización con representantes de distintas colectividades como eternos invitados en los sets de televisión y concurriendo hasta disfrazados al Parlamento.
Esa es la clave de éxito de la serial, su reflejo con la realidad. Birgitte Nyborg no es ángel ni demonio, logra victorias internas e internacionales, aprende a ponerse de pie tras algunas caídas, sabe también imponerse y sus propósitos se debaten entre mantener el poder, trabajar por su país, todo con estrategias santas y no tan santas.
La historia salió a pantalla en 2010, y hoy ha logrado reeditar su éxito por todos los elementos de vigencia que se observan. Es la primera mujer en llegar al poder y sus otros relatos se enlazan con las historias de políticos en estos días, sus a veces desconcertantes actuaciones y afirmaciones y cómo avasallan la regulación vigente para obtener réditos electorales.
Lamentable, porque la ciudadanía quisiera a sus representantes trabajando con un perfil que muestre su interés por resolver conflictos y por el desarrollo de su país.
“Borgen” tiene tres temporadas, cada una de 10 capítulos, cuyos inicios van acompañados de frases para la historia pronunciadas por quienes han analizado los perfiles y acontecimientos políticos de distintas épocas. Uno de los más citados es Maquiavelo y su inmortal “El Príncipe”, cuyo fantasma merodea por los pasillos de muchos Parlamentos.
“Borgen”, una serial anticipativa a los acontecimientos actuales que se disfruta porque estamos conscientes de su ficción. No sucede lo mismo con la realidad.
La recomendamos. Está en Netflix.
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