El Zarpazo de las Isapres, la indiferencia de los políticos y la indefensión de los usuarios
Los únicos con derecho a escandalizarse por las significativas alzas anunciadas de 5 Isapres son los propios usuarios.
El Gobierno y la Oposición no tienen perdón de Dios, expresión atingente en Mes Santo.
La Moneda por dilatar inexplicablemente el proyecto de reforma a estas aseguradoras y la Oposición por no hacer la pega en que quisiéramos se empeñara y en este caso haber presionado, acosado y hostilizado al Gobierno para apurar el cambio.
No la hizo, enfocado solamente en boicotear la agenda del Gobierno y no ponerse al lado de la ciudadanía que quisiera ver a esta Oposición, más que haciendo bullying, con sus orejitas paradas para bregar contra cargas tan pesadas y sofocantes para la gran mayoría- ellos mismos- como lo es el precio en salud.
Sí hay que aclarar que los costos son de mayor trascendencia para la agobiada clase media que a pesar de pertenecer a una aseguradora que le permite un mayor acceso a libre elección que Fonasa, debe lidiar además con escandalosos precios en medicamentos, tratamientos y hospitalizaciones.
Más de algún ideólogo del Estatismo preguntará ¿Y por qué no emigran a Fonasa? Eso, cuando la salud pública presenta una densidad de usuarios cuyo aumento no sabemos si lo resistirá en momentos que es un servicio que requiere de modernización. Un proyecto que tampoco ve las luces y nadie- ni el Congreso ni La Moneda- tiene mayor inquietud por ese enfermo.
Y también cuando una gran mayoría de médicos- cuyo juramento debiera convertirles en servidores de inspiración social- no son prestadores en Fonasa. Busque en cualquier centro médico por especialidad y verá que las opciones de médicos atendiendo por Fonasa es mínimo.
Fonasa ha registrado solo cambios tecnológicos y de maquillaje, pero ninguno que le permita competir con las Isapre y eso pasa por una gran reforma. En esto último no hay voluntad para enfrentar a estas aseguradoras con nula competencia en el mercado.
Esta escandalosa alza nos retorna a cuestiones que inexplicablemente se han soslayado. Por ejemplo, las ingentes ganancias que las Isapre logran por el Programa Ges, las Garantías Mínimas en Salud, que según la Superintendencia ocupan 1 de cada 4 afiliados. El sobrante es ganancia de las Isapre, cuando lo lógico es que el GES actuara como un Fondo Solidario y acumulativo para mejorar las prestaciones que son mínimas, cautivas en prestadores pre-asignados donde está la clave de por qué no se usa.
Un segundo gran tema es la unión vertical de Isapres con Centros Médicos, farmacias, laboratorios. También ganan por esa arista: ojo.
Las aseguradoras han gozado sistemáticamente de subsidios del presupuesto público que se hace cargo de las campañas y programas de vacunación en las cuales hay cero aporte de las isapres en materia de amenazas masivas de enfermedades.
A Farmacias, Clínicas, Servicios y Aranceles Dentales- ¿quién le pone el cascabel al gato por los elevados precios, tras los cuales puede estar el alza en las Isapre?
“No hay Salud” para tamaña indefensión de los ciudadanos en derechos de tanta trascendencia como el de la vida, donde del acceso a las prestaciones resulta fundamental.
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