Pero lo más preocupante es la Intencionalidad en 99% de los Siniestros
La vinculación que ha hecho el ministro subrogante del Interior, Rodrigo Ubilla, en el origen de algunos de los múltiples incendios que afectan a la Región de la Araucanía ha encendido también la polémica en el sector político.
Tras las críticas provenientes de la Oposición que junto con disentir de las afirmaciones ministeriales demandó precisión de lo aseverado, Ubilla afirmó que hay tres siniestros cuyas evidencias están dirigidas a esclarecer las acciones de activistas.
Uno de los casos está referido a una avioneta participante en la extinción del fuego que recibió tiros desde tierra y otro a la intimidación de brigadistas que combatían los siniestros.
La Araucanía presenta el mayor número de incendios forestal de la temporada (728) y la mayor superficie quemada del país (18.597 has.)
Hasta hoy lunes, el número de incendios en la temporada que va de junio último hasta julio próximo, en el país se han registrado 4.557 incendios con más de 58 mil hectáreas quemadas.
Las aseveraciones ministeriales deberán ser comprobadas, pero independiente de ello, menos del 1% de los siniestros tienen su origen en condiciones naturales y el 99% restante se deben a mal manejo e intencionalidad humana. Preocupante.
Hemos elaborado dos artículos sobre el tema y también las catástrofes del Norte Grande publicados en el Semanario “Tiempo” y que ahora les invito a revisar desde esta página.
Nuestra Furibunda Naturaleza
Semanario “Tiempo” 08/02/2019
A 39 días de iniciado 2019, Chile registra tres grandes catástrofes con escenarios en el Norte Grande, Coquimbo y 6 regiones del sur. Pese a esta naturaleza rabiosa- diversificadamente irascible- estamos recién aprendiendo a prevenir y reaccionar frente a estos fenómenos de ocurrencia histórica.
Una señal positiva fue el excelente comportamiento que hubo en el sismo de la IV Región, donde la población situada en la costa evacuó de forma ordenada y espontánea.
Curiosamente, se alzaron las voces culpando a los organismos encargados de la emergencia de haber “exagerado” con tal desocupación costera, sin entender que la cultura preventiva en sismicidad está internalizada en la ciudadanía y esa conducta es la que se requiere en otro tipo de siniestros.
Lo apropiado fue justamente la actuación de los turistas y población local: no esperar las instrucciones de organismos para saber cómo proceder. Es decir, conocimiento y conciencia. Ojalá llegue el momento que la ciudadanía no espere que todo emane de las autoridades o de la institucionalidad. Significaría que tenemos cultura frente al desastre.
Pero lo ocurrido en el Norte Septentrional y en el Sur da cuenta que aún nos falta preparación frente a otras catástrofes. El invierno boliviano y los incendios estaban dentro de lo esperado. Y se nos fueron de la mano.
Ya debiéramos tener claridad sobre la variedad de siniestros a los que estamos expuestos Nuestros bosques está amenazados, vivimos en una costa extensa y sentados sobre volcanes. Esas realidades y otras para no agobiar tanto en el descanso veraniego.
6 Regiones de la zona sur quedaron esta semana abrazadas por el fuego. El balance a mediados de semana fue de 27.000 hectáreas quemadas, con un 90% de los focos estimados de origen intencional.
Esa intencionalidad deriva de un mal manejo en procesos causantes del fuego o simplemente por una acción premeditada, lo que resulta preocupante en ambas derivadas.
Algunos justificarán que el cambio climático genera mayores escenarios de riesgo, pero Chile ha sido siempre un territorio de gran vulnerabilidad. Y sin embargo, la planificación urbanística no se hace cargo de tal condición. Dos ejemplos son Valparaíso con casas en quebradas inaccesibles sometidas al viento y el calor y hacia el norte localidades por donde podría pasar un aluvión.
Chile integra el Cordón de Fuego del Pacífico, por situarse en una falla tectónica y también volcánica. Tenemos 500 volcanes activos, ya hemos experimentado el despertar de algunos que cuentan con poblados instalados en sus faldeos.
Organismos internacionales- Ocde, Unesco- acusan una disgregación en la institucionalidad, inconveniente para enfrentar un desastre.
El manejo de nuestras catástrofes es una tarea pendiente del sector educacional, de la planificación urbanística y de la propia ciudadanía para hacernos cargo de nuestra furibunda naturaleza.
Chile al Revés
Semanario “Tiempo”- 15/02/2019
Elevadas temperaturas en el sur y copiosas lluvias en el norte han significado más que un alerta de este Chile que se comporta al revés. Simplemente los aluviones y los incendios- sus dramáticas consecuencias con destrucción y víctimas- nos enfrenta al otro significado de la palabra: los reveses de este violento verano que al parecer no dará tregua en los próximos días.
Sí, porque las proyecciones climáticas para las zona más septentrional del país- Parinacota- azotada por el invierno altiplánico, son de lluvias y tormenta eléctrica desde ayer jueves hasta el viernes de la semana próxima con temperaturas mínimas hasta de un grado.
En la Araucanía, por el contrario, la temperatura podría llegar a los 38 grados hoy y recién el martes próximo podría recibir la oportuna lluvia.
Pésimas proyecciones para un país que deberá prepararse para cambios cuyas primeras señales se registraron ya los 2 últimos veranos.
2019 estará inscrito como uno de los más catastróficos. Incendios, aluviones y temporales que no registran símil en intensidad al menos en las últimas 4 décadas.
En este Chile al revés, se ha derrumbado el imaginario de un norte carente de pluviosidad y un sur lluvioso.
Cómo desearían los nortinos que reapareciera el abrazador sol al que estaban habituados y cómo los sureños quisieran recibir sus consuetudinarios aguaceros.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) da cuenta de las amenazadoras llamas que se han desplazado hacia la zona austral del país.
Tanto es así, que Aysén, según registros de Conaf, tiene en esta temporada un 82% de crecimiento en número de incendios y un aumento- lea- del 20.730% de superficie quemada con respecto al periodo anterior.
Desde Coquimbo, el país muestra la acción del fuego, en tanto que Antofagasta y Tarapacá registran apenas un incendio cada región. Pero ambas regiones experimentan como nunca el rigor del invierno altiplánico
Aunque la IV Región da inicio al cordón de fuego hacia el sur, ha mostrado un positivo comportamiento con una reducción del 18% en el número de siniestros y una merma del 77% en la superficie quemada, cifras a la fecha.
Las Regiones de Aysén, la Araucanía y el Bío Bío se sitúan como los principales focos de más de 4.000 incendios y sobre 152.000 hectáreas quemadas, balance nacional hasta este miércoles.
La naturaleza simplemente se expresa, pero también responde a la acción humana que en estas catástrofes tiene enorme responsabilidad.
Las estimaciones son que apenas el 0,78% de los incendios obedecen a causas naturales como sequía, elevadas temperaturas y propagación por el viento.
Quemas ilegales, manipulaciones por desidia, ignorancia o maliciosas y definitivamente pirómanos integran el paisaje de este Chile al revés.
Jóvenes justificados como “traviesos” por sus padres dan cuenta de un inquietante problema de formación.
Chile cambió. Modifiquemos entonces nuestra incorrecta conducta ciudadana.
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