Los próximos pasos del Congreso Futuro
Congreso Futuro ya es cosa del pasado y sus organizadores miran hacia el futuro, hacia la novena versión, cuando nuevos expositores ocupen este espacio cuyo mayor mérito no son estos investigadores de primer nivel, sino el público, los asistentes.
Esto último porque el interés masivo y creciente por asistir a estos encuentros es una señal inequívoca que el mundo científico, y los sucesivos Gobiernos que no han puesto el acento en programas y políticas de divulgación científica tienen una deuda con la ciudadanía en generar una estrategia de difusión en estas temáticas. Debiéramos transitar hacia el intensivo traspaso de información que se queda en los claustros universitarios o sólo a disposición de países más desarrollados y llevarla a nivel de escolaridad primaria y media y público en general con una estrategia sistemática, sostenida y permanente.
Porque el Congreso Futuro- aun con el enorme valor que tiene- es flor de un día, de 4 jornadas y tras la importante cantidad de universidades- 18 públicas y 34 privadas- hay un potencial para estructurar programas continuos y que los planteles de educación superior cumplan a cabalidad su roles en extensión y vinculación con el medio.
Una segunda vertiente son las plataformas sociales. Esta octava versión, ha generado ya 1,3 millones de conexiones, señalaron los organizadores del encuentro, lo que demuestra que las carreteras virtuales están siendo injustificadamente desestimadas por el mundo académico, dejando espacio al debate de asuntos de nulo interés para el país. Re-enfocar la discusión hacia temas del nivel que se conversaron en el Congreso Futuro es aun un nicho y un objetivo vacío y desaprovechado por quienes manejan el conocimiento. La creación del Ministerio de la Ciencia representa una oportunidad para sumar institucionalidad que articule estos objetivos.
Como todos los años agendalternativa hizo una fugaz revisión de algunos tópicos abordados por este Congreso entre cuyos objetivos futuros está el exportarlo a otras naciones del continente y expandirlo a todas las regiones del país. Es la oportunidad para que Chile asuma el liderazgo en la democratización de temas que se harán presentes en el futuro.
Les invito a leer la columna que elaboramos para el Semanario “Tiempo” sobre este Congreso que ya es del pasado pero que dejó una estela de contenidos y conocimiento a los miles de asistentes en el Congreso y en los canales digitales. Están a disposición, lo mío es apenas un texto como para invitar a revisar lo que expresan los expositores y cómo ven será el mundo en los años por venir.
Un Congreso de Miedo
Semanario “Tiempo” – 18/01/2019
El Congreso del Futuro compitió por espacios de multimedia con tanto político en rencillas o hablando sandeces por las cuales luego piden disculpas.
Pero esta convención tampoco deja optimista y no ha sido un oasis en el desierto por los vaticinios de eximios investigadores ratificando que el mundo no es una taza de leche. Con su Octava Versión, lo expresado por los 110 expositores, entre ellos 6 Premios Nobel, fue terrorífico. Hubo de todo: estadísticas, procesos conductuales y climáticos, desafíos y proyecciones que hicieron estos investigadores sobre cómo ven el mundo actual y el que podrían recibir las futuras generaciones.
Está claro que la pregunta del Congreso ¿Qué especie queremos ser? no tenía respuesta, aunque no era necesario el desarrollo de este encuentro para tener el convencimiento que el mundo es llevado por la vorágine de los acontecimientos y por las posturas de los líderes influyendo desde sus sitiales sobre una Humanidad más o menos vulnerable dependiendo de cada región y de sus circunstancias.
Chile- un micro punto en el mundo- es el prototipo de la descripción anterior.
Con todo, no se invalidan los interesantes aportes de neurocientistas, sociólogos, físicos y académicos, quienes también expusieron mensajes esperanzadores, optimistas e invitaron a hacer los cambios para un mundo mejor y que los negativos tienen carácter de advertencias.
Como la neurogenetista Giovanna Malucci, quien aseveró que en 2021 se vendería un medicamento que retrasa en 5 a 10 años la aparición del Alzhéimer o el Parkinson o el experto en hidrología Noam Weisbrod, quien nos invitó a tomar conciencia sobre la escasez hídrica y hacer uso racional del agua, particularmente la agricultura que ocupa el 70% de la disponibilidad, según sus cifras, aunque yo entiendo que el mayor uso lo hace la minería.
Pero el relato que supera el mejor guion para un filme de terror fue el de la periodista Maryn Mckenna sobre la traza en el uso de los antibióticos que ingerimos no sólo cuando enfermamos hasta de manera indiscriminada, sino también a través de los alimentos- carnes diversas particularmente- porque la industria busca alimentar a una población creciente pero además- lo que ella no dijo- porque medicar a los animales resulta rentable.
Otra afirmación inquietante provino de la socióloga Amber Case quien dijo que ya somos mitad persona y mitad robot, por el intensivo uso de la tecnología e invitó a su correcto uso y- creo yo- a dejar tiempo para ser más humanos que robotizados.
Que lo normal es una ilusión, que lo extraordinario lo asumimos desde la discriminación y que un mundo mejor queda invisibilizado por los periodistas y sus enfoques, lo dijeron tres expositoras mujeres que se tomaron esta vez el Congreso.
Puede Ud. acceder a todas las conferencias, aunque después convenga con el astrofísico José Maza que el Planeta Marte podría ser nuestra próxima frontera.
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