Nuestro Derrochador “Papá Fisco”

Ardiente está el debate  en TVN y a nivel político por el uso de  los dineros fiscales en sueldos millonarios. Los miembros del directorio que representan a la Oposición han cerrado filas con Jaime de Aguirre, su director ejecutivo, y lo increíble de ello es que han desviado la discusión acusando las denuncias como una maniobra política del Gobierno para sacar al ejecutivo de su cargo.

No interesa aquí el dinero de los chilenos que se malgasta en sueldos excesivos en “rostros”, programas que no prenden ni rentabilizan ni el déficit de la señal estatal. En tiempos que TVN ha ido a estirar la mano a recursos fiscales para financiarse, no puede darse el lujo de sueldos que contrastan provocadoramente con los salarios de la mayoría de los chilenos.

Cuando el sueldo de Aguirre fue pactado, por lo demás, TVN ya cruzaba con un seria situación deficitaria.

Escribimos un artículo sobre el mal uso de  dineros públicos a propósito de este nuevo escándalo. 

#Agendalternativa #JaimeDeAguirre #TVN #DerrocheFiscal

Paga Moya 

Publicado Semanario “Tiempo” 20/07/2018

Esta expresión está obsoleta, pero cómo se practica porque está referida al despilfarro y abuso de los dineros públicos.

¿Quién era Moya? El profesor Campusano afirma que el parafraseo proviene de “Casa Moya”, antigua tienda que creó un concurso unido a una tómbola para que sus clientes apostaran a la compra gratis.

De ahí “Moya” derivó a las platas fiscales, cuyo derroche es impresionante, histórico, con múltiples variantes.

El último en el ojo del huracán se vincula a TVN, cuyo director ejecutivo, Jaime de Aguirre, se llevaría a su casa una millonaria indemnización, por  una cláusula contractual desconocida por el directorio del canal estatal. Estaría además recibiendo otros millonarios bonos cuatrimestrales por metas cumplidas en momentos que el canal sólo arroja cifras negativas. Pero el bono igual se paga, después de todo, paga Moya.

La revelación tensionó nuevamente la relación Oposición/Gobierno y generó inquietud en los trabajadores del canal en víspera de su negociación colectiva.

Casos hay muchos. Hoy cuando la economía mundial hace tambalear nuestro cobre, del ciclo dorado del metal rojo queda en el recuerdo la última “parranda” de esa etapa: la investigación de 20 exejecutivos de Codelco que  habrían recibido cada uno indemnizaciones por sobre los $ 200 millones, con un top: un ex director que se fue con $ 513 millones.

El uso de dineros públicos en comisiones parlamentarias cayó en un agujero negro luego que el Senado se ha negado a dar cuenta cómo se usaron esas platas y la calidad de esas asesorías.  

Escándalo también causó la cantidad de celulares que con cargo al fisco usan o usaban algunos congresistas con un record de hasta 21 móviles en manos suyas o de familiares de un diputado de fugaz paso por el hemiciclo. Afortunadamente.

Moya ha transitado por los oscuros pasillos de los millonarios viajes de ediles y alcaldes que no terminaban en seminarios sino a las orillas de una piscina o en giras de conocimiento turístico.

En las ocupaciones de recintos escolares y universitarios también ha reinado Moya ya que muchas han tenido destrozos como increíble  balance. Un recuento testimoniaba: libros quemados, amagos de incendio, vidrios rotos, paredes rayadas y hasta fecas.

Una última toma culminó en incendio del colegio.

El Puente Caucau y tantas otras millonarias obras fallidas salieron del bolsillo de Moya.

Milicogate, Pacogate, dineros reservados presidenciales en investigación, ¿Quién podría tirar la primera piedra de la inocencia?

Y pasa que Moya paga hasta el despilfarro de privados porque las platas irregulares que se  traspasaron al mundo político integraron y se quedaron para siempre en “el costo de elaboración” por el producto o servicio que paga el consumidor.

Porque ¿quién es Moya? Estimado lector, es Ud., todos nosotros quienes hasta el pan que consumimos paga impuesto que cae a las arcas fiscales donde Moya hace de las suyas.