¿El país cuenta con recursos para hacer caer al CAE?
Listas de Espera y CAE, los caballitos de batalla en la recta final por la carrera presidencial
¿Qué pesará más, las Listas de Espera en Salud o los débitos del Cae? Entrando en la fría lógica electoral donde cualquier recurso vale, y llegando a una razonamiento muy gélido, los muertos que han sido la más dramática consecuencia de las listas de espera ya no votan; sí lo hacen los endeudados con el CAE.
Difícil resulta resolver sobre dos deudas que los políticos tienen con los chilenos situados entre los deciles y quintiles de menores ingresos,
Ese es uno de los puntos de encuentro que tienen ambas calamidades, Listas de Espera y CAE, a las que los Gobiernos no han sabido responder: deudas difíciles de resolver.
Un segundo lugar común es que ambas ha sido consecuencia de la falta de voluntad política para ponerles freno.
Un tercero es que si no se solucionan seguirán una dinámica in crescendo.
Un cuarto, por cierto, es que al término de la campaña previa al balotaje, listas de espera y Cae han devenido en instrumentos para denostar uno y otro candidato.
El Cae fue puesto sobre la mesa por el Frente Amplio que presiona para que la deuda contraída por créditos universitarios sea asumido por el país y el candidato de la ex Nueva Mayoría lo hizo suyo muy a regañadientes- y porque necesita los votos del FA- pronunciando en el último debate casi fuera de contexto, la promesa que habrá una condonación “para siempre”.
Las listas de espera y su puesta en el debate, después de años que han sido asumidas con indiferencia, al igual que los niños del Sename, aparecieron como derivadas de escándalos en los Gobiernos de Piñera y Bachelet, en que algunas nóminas de casos no resueltos fueron eliminados y que pacientes fallecieron aguardando por una atención..
En la Contraloría existe la sospecha que ahí estuvo la mano de funcionarios de los respectivos centros hospitalarios para mostrar avances de rendimiento y ganar bonos de producción: eso suena maléfico.
Porque hay chilenos que han fallecido esperando por una atención, un tratamiento o una cirugía y eso muestra una de las caras más fea de la pobreza y de la manipulación de un drama.
Del cual tampoco está exenta la clase media que en sus distintos matices,o está incapacitada para acceder a remedios, tratamientos y soluciones de salud excesivamente caros y por tanto muere o se endeuda por el resto de su vida.
Con respecto al CAE, la deuda es tan sideral que condonar los compromisos de los estudiantes con la banca, según señaló hoy el propio Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, equivale a hacer retroactiva la gratuidad en Enseñanza Superior y a comprometer dificultades para hacer efectiva la Gratuidad instalada ya hacia el futuro.
El CAE está siendo la bandera de lucha del Frente Amplio que no ve más allá del mundo universitario entre todos los enormes desafíos sociales que tiene el país y si queremos avanzar en igualdad, que ellos asumen también como bandera de lucha, los recursos, siguiendo la línea de ir restando las enormes inequidades, deben ser repartidos por iguales con los chilenos entrampados por carencias que han transcurrido casi invisibles: los niños, los ancianos, los jubilados, los sin casa, los enfermos.
Al FA le falta levantar la vista para mirar de forma integral la realidad del país. Porque lo otro sería concluir que están focalizados en el mundo universitario que rinde votos. Y en ese nivel se estarían igualando con los viejos políticos a quienes ellos miran con desdén.
Una segunda debilidad de este nuevo movimiento es que se queda en los titulares. Piden Gratuidad, Fin al Cae y no se explayan en los proyectos viables y sustentables para resolverlos. Falta ese aporte.
Eso fue muy ejemplificador cuando uno de los dirigentes, respondiendo al reproche por su evidente focalización en la educación terciaria, respondió que no era efectivo, porque están solicitando el fin de Sename. Qué bien, pero interesante sería proponer un proyecto para fidelizar que efectivamente les importa un nuevo trato con los niños más vulnerables del país.
La semana anterior, nuestra columna para el Semanario “Tiempo” la focalizamos en el FA. Les invitamos a revisarla:
Los Chiquillos del Frente
Semanario “Tiempo” 08/12/2017
Los chiquillos del Frente tienen un matiz de reminiscencia, evocan aquellos barrios a escala humana, que aún podemos encontrar en ciudades como Valparaíso, donde las viviendas de uno y otro lado las separan unos pocos metros y las familias “del frente” forman parte de la vida de cada vecino.
Con los chiquillos del frente muchos chilenos crecieron, jugaron, pelearon y posiblemente cruzaron las primeras miradas de la adolescencia.
Hoy en pleno contexto pre-electoral y en el entorno político de los últimos años, la expresión adquirió otro significado: lo del Frente es apócope del Frente Amplio (FA); lo de “chiquillos” es responsabilidad de las antiguas generaciones de políticos que pretenden calificar a esta nueva corriente como una “chiquillada” y los ven haciendo travesuras. No lo dicen, pero confían en que “la lesera luego se les pasará”.
Como Piñera, quien al referirse al Movimiento dijo que “las modas pasan”. Pero antes, la Presidenta Bachelet aseveró que eran “hijos de militantes de partidos tradicionales” y después acentuó su ninguneo tildándoles de “chiquillos”, expresión que la mandataria también ha usado con periodistas cuando quiere evadir los temas. Los “chiquillos” periodistas debieran negarle micrófonos cuando ella quiere ocuparlos, como estos días que está en plena campaña electoral.
Piñera refrendó este “pequeñecimiento” del FA aseverando que “son como niños que quieren cosas”.
Pero lo cierto es que no son hijos, ni chiquillos, ni niños. Ni rapaces, chavales, críos, mocosos, nenes, rorros ni cipotes, todos sinónimos que dichos con cariño o menosprecio, son conceptos amables o de desdén.
Hace sólo 6 meses la mandataria pensaba que sobre el FA no veía la irrupción de un gran movimiento y hoy su candidato ha debido adaptar su discurso a las pretensiones de estos chiquillos que pisaron los talones al Oficialismo en la primera votación presidencial.
Hoy se les acusa de ambigüedad por no haber sido categóricos en su postura electoral en el balotaje. Error: esa es precisamente su estrategia: el FA insistirá con su propuesta quien sea llegue a La Moneda y no hay interés ni ganancia alguna con mimetizarse con el Oficialismo y su baja adhesión.
La votación de Guillier (22,7%) es de baja, Bachelet se empinó por 46% en 2013; la del Frente Amplio es sólo crecimiento.
No contaminar este crecimiento, no es una táctica de chiquillos, tras eso hay una ruta con proyecciones que madurar para alcanzar más Poder.
Lo de chiquillada radica sólo en el gran espacio que su aun precoz incubación les da para crecer. Sí creemos que les falta avizorar que el mundo es una realidad más allá del entorno universitario donde pareciera estar anclados.
Pero no nos confundamos: saben que en los universitarios está su fortaleza electoral y ese cálculo y oportunismo es clara señal que de chiquillos tienen muy poco.
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