Y la incertidumbre para todos los candidatos, ya que todo puede ocurrir
El abanderado de la ex Nueva Mayoría tuvo un mal término de semana. Y en la que recién comienza, también va por el mismo camino. Muy contrastada con la anterior, cuando la baja votación del Frente Amplio le otorgó una dosis de optimismo…a comienzos de esos 7 días, pero fue la propia ex Nueva Mayoría la que se encargó de amargarle la escena.
Así el contraste entre una semana y la otra, da cuenta de la inestabilidad de su candidatura, con malos pasos de su autoría y de la crisis que vive el Oficialismo y con el esperanzador pero fugaz logro no propio del discreto resultado del Frente Amplio. De eso dimos cuenta en nuestra columna Post-Primarias.
En estos vaivenes, los plazos para que la candidatura de Guillier se consolide, se están abreviando, y aun no tiene la solidez de un candidato que otorgue luces como eventual carta ganadora.
Aun no logra reunir las 33.000 firmas para su postulación independiente, que malpensó fluirían fácilmente y no ha sido así. Seguramente las reunirá pero ya queda en el registro la lentitud en el proceso.
Uno de los malos pasos de la semana anterior fue de parte del encargado de reunir las firmas, el senador Juan Pablo Letelier, al endilgar a los notarios tal dilación, incluso acusando a los actuarios de proselitismo.
Nos recordó la misma estrategia usada por la NM cuando atribuyó al Servel todas las culpas por no haber llegado a tiempo para inscribir candidatos municipales y luego hubo un “acomodo” para que saltando la aplicación normativa que ellos mismos habían aprobado, inscribieran las alianzas en esa elección.
Pero el traspié con los notarios no fue lo peor. Sucedió lo que hoy eufemísticamente se denomina “fuego amigo”, que no es sino una puñalada por la espalda que opera a nivel masivo, y por eso pareciera que por el pudor que aun nos queda, disfrazamos ahora con metáforas que a nadie engañan.
El “fuego amigo” de Guillier vino desde una cuña del controvertido senador Guido Girardi, quien calificó al abanderado de su coalición como un “castigo”…¿un castigo del Señor?, no, no creo que el parlamentario sea creyente o simplemente no quiso ser más irreverente, ya era suficiente calificarlo como un “castigo” y a reglón seguido quiso expresar su añoranza por la fallida postulación del ex Presidente Lagos.
No recordamos epíteto más irreverente para un candidato desde las propias filas que le sostienen.
Que después algunos trataron de explicar la frase girardista, que puede convertirse en un enunciado para la historia, al igual que la retroexcavadora, recurriendo a la clásica interpretación del “fuera de contexto”, no hace sino dar cuenta de un natural nerviosismo del conglomerado, ante un candidato que baja adhesión y que no logra reunir las firmas, malas señales para el electorado que le gusta apostar a ganador.
Esta semana, la de Guillier se abrió con una candidatura del Frente Amplio sacándole ventaja en las encuestas.
Puede que esto sea consecuencia de las Primarias, cuyo análisis lo hicimos en la columna de los viernes en el Semanario “Tiempo” y que luego desplegaré para lectura de agendalternativa.
En ese texto señalamos, entre otros análisis, que al Frente Amplio no le fue bien en las Primarias, si nos quedamos sólo con la cuantificación de los sufragios, pero también ganó en posicionamiento, aunque si cruzamos ambos factores, digo también en ese artículo, con similar campaña y un solo candidato al Frente Amplio más le hubiese valido pasar a primera vuelta manteniendo un imaginario que tenían, de fortaleza de adherentes, elemento importante que en las Primarias se les desplomó.
Pero si Beatriz Sánchez está sacando ventajas a Guillier en encuesta ¿resulta legítimo pensar que el abanderado de la NM está muy debilitado?
Nunca, a 4 meses de una elección presidencial, el escenario ha estado tan líquido como el actual. Sánchez y Piñera están recibiendo la cosecha de las Primarias y por tanto, sus tendencias a la baja o al alza de cara a la Primera Vuelta debieran comenzar a mostrarse sólo en las siguientes semanas.
Guillier también está cosechando, pero de forma muy negativa, por desaciertos propios, de su equipo y de los partidos que le acompañan y porque lleva la mochila del Oficialismo, aunque se autodenomine Independiente. Ya en las próximas semanas debiera sumar el generalizado rechazo por el desacertado lobby de ministros en el escándalo del Sename.
Tampoco ha logrado despegar Carolina Goic que representando a la Democracia Cristiana debiera estar sumando el voto de centro, un electorado huérfano, como lo planteamos en nuestra última columna que les invito a leer.
Una esquiva captura
(Semanario “Tiempo” 07.05.2017)
Los ecos de las Primarias se harán sentir en estos próximos meses, como una elección que entregó señales para estructurar la campaña de aquí a noviembre.
Primero digamos en realismo crudo que no fue un buen resultado para el Frente Amplio (FA). De cara a lo cosechado, le hubiese favorecido pasar directo a primera vuelta, porque habría seguido nutriendo el imaginario de una emergente y competitiva coalición. Esto último se desplomó.
Así, el candidato de la ex Nueva Mayoría recuperó el habla, tras haberse desplegado una débil fuerza electoral de quienes van a disputarle los votos de izquierda.
Fue un triunfo para Guillier carente de mérito propio. El Oficialismo que le respalda no hizo esfuerzos para levantar un segundo competente, desestimó a varios, al aceptar todos los partidos en una actitud coral a un postulante que parecía repetir la popularidad de Bachelet.
El tiempo ha demostrado, como lo señalamos en una columna, que esta precoz adhesión sigue siendo una aventura y que en las crisis no es aconsejable adoptar decisiones apresuradas.
La ausencia de la ex Nueva Mayoría en Primarias, colocó en plena latencia el quiebre del conglomerado. Mientras la Derecha como el FA, a propósito de las Primarias, tuvieron su momento de posicionamiento, de democracia y un posterior cierre de filas en torno al elegido, la Nueva Mayoría con su alma rota en 2 pedazos debió observar desde bambalinas estos mensajes al electorado.
El lamento post Primarias de Guillier se vincula además a que con la baja adhesión del Frente Amplio, perdió la oportunidad de mostrar a los electores su eventual mayor fortaleza, que hoy es una incógnita y pudo constituir también un argumento para hacer retornar al redil a la DC.
La Derecha tiene una gran tarea: re-encantar a su niño díscolo, el senador Ossandón, cuyo capital electoral se sitúa donde Piñera no es visto con buenos ojos, aun cuando es válida la sospecha que en esa opción pudo haber filtración de independientes de Izquierda que quisieron fastidiar a Piñera.
Este último lejanamente tiene aun carrera ganada, así como para todos los sacrificados para llegar al Poder, el escenario está aún muy líquido.
Esto último porque ningún competidor apunta o no sabe llegar al ciudadano-huérfano, que no se siente interpretado ni por la Derecha ni la Izquierda y curiosamente tampoco por la Democracia Cristiana.
Son quienes no tuvieron motivación para concurrir a urna el pasado domingo.
Tal vez reducir la retórica, el dogmatismo y la ideología y entrar en la lógica de una cotidianeidad aplastante para muchos chilenos por la variedad de problemas que no les resuelven, capitalizaría más que las eternas pugnas doctrinarias que para muchos chilenos tienen nulo sentido.
Esta es una captura que no se conquista con discursos apasionados ni matonaje politiquero, que es lo que se vio en Primarias.
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