Como mujer, Carolina Goic echó pelo en la olla de la Nueva Mayoría
No diré a propósito de que situación pero he repetido en este último tiempo que cada vez que actuamos desde el temor retrocedemos varios pasos.
El temor nos paraliza y confisca nuestro ímpetu.
Algo de eso se observa en los últimos pasos dados por la Nueva Mayoría en sus intentos de recomponer sus rupturas
Y también de cómo acomodarse para las próximas elecciones, cuando al interior presentan facturas irreconciliables porque provienen de las estructuras en su caso de las ideologías propias que han obviado para ser Gobierno y que hoy intentan recomponer para poder continuar alojados en La Moneda.
Difícil intentar sostener una unión que no encaja.
Este fin de semana, la Junta Nacional de la DC ungió a Carolina Goic para las presidenciales y eso ya alteró el tranquilo mapeo que la Nueva Mayoría tenía para esa postulación.
Por dignidad, a la DC no le quedaba otra opción que llevar una candidatura, porque esa será la formula de reposicionar su importancia al interior del conglomerado.
La misma trascendencia que esta colectividad ha sido incapaz de imponer y que a algunos socios- en particular al Partido Comunista- no le interesa respaldar.
Pero no sólo ha sido la presencia de la única mujer que postularía al primer mandato la que inquieta, sino las reflexiones que ha anunciado la ex Falange para resolver si va a Primarias o llega con su abanderada a Primera Vuelta.
Esto último implica desarticular a la Nueva Mayoría y han surgido distintas voces- incluida Bachelet- llamando a la unidad “para proyectar las transformaciones”, dijo la vocera de Gobierno, Paula Narváez.
La DC ha planteado además una segunda propuesta y es llevar para los próximos comicios parlamentarios 2 listas para defender- eso dicen- la línea centro-izquierdista del conglomerado.
Asoma así el temor al que aludía al inicio de esta nota frente a los renuevos de futuros políticos que no se han incorporado a estas colectividades tradicionales sino que están asumiendo su propia identidad.
¿Curioso? No, es lógico y necesario el renuevo, pero no deja de ser inquietante porque ésta puede ser una señal que los 2 Pactos que han reinado en la política desde el advenimiento de la Democracia pasarán en algunos años a la historia política del país.
O serán discretamente acogidos.
Chile necesita un renuevo de sus estructuras políticas, una modernización de verdad, no el maquillaje con que nos han vendido una pomada para que todo continúe igual.
De este tema hablaré en mi próxima columna del Semanario “Tiempo” y a la vez es mi carta de presentación para estas páginas de la columna que fue publicada el pasado viernes.
Les invito a leerla:
Al cuadrilátero presidencial
Publicada en el Semanario “Tiempo” el 10 de marzo de 2017
Sonó la campana para este año electoral, tras un recreo, porque no hubo vacaciones.
Una señal de que la política no descansó, la otorga el mapa de los presidenciales que cambió sustancialmente.
La principal figura que lo modifica es la única mujer que salió al ruedo, la democratacristiana Carolina Goic, proclamada ya por su colectividad, a pesar que previo a su nominación hubo voces desde la propia Falange para considerar como una de las cartas al propio Alejandro Guillier, una opción que de haberse asumido, hubiese sido una suerte de harakiri de este partido, cuyo principal dilema es su ubicuidad.
Sí porque el suicidio nipón es lo que más graficaba esta propuesta para un partido que ha presentado la dualidad durante estos años de Gobierno de la Nueva Mayoría, de otorgar a este conglomerado su matiz centrista y no lograr por ello el debido reconocimiento, lo que ha derivado en sucesivas crisis de distanciamiento con el Ejecutivo y de enfrentamiento con el Partido Comunista.
Quien más debe lamentar el alzamiento de la candidatura de Goic, debe ser el ex Presidente Ricardo Lagos, porque la DC le otorgaba un buen piso a su candidatura que no ha logrado combustionar, al menos en las encuestas.
Gutenberg Martínez, el ideólogo que desde una atalaya observa a su partido con una visión crítica, afirmó algo muy real al señalar que con la nominación de Goic, la DC vuelve a respetarse. Con ello retrata de manera fidedigna cómo ha sido el tránsito sumiso y resignado de la DC por estos años como partícipe de la agrupación gobernante.
Esta colectividad tiene un dilema: Primarias o Primera Vuelta. En su discusión y definición se desangrará entre las asperezas y diferencias existentes en su interior.
Como sea, la primera vuelta les permitiría medir su fuerza, algo intrépido, si se tiene en cuenta el retroceso experimentado desde sus años de gloria, un proceso que no es privativo de la Democracia Cristiana, porque todas las colectividades políticas, a excepción del PS, no han logrado aun alcanzar la cota mínima de militantes que está exigiendo la ley.
Quien se tomó en serio las vacaciones, fue el candidato del radicalismo, Alejandro Guillier, en quien operó aquél refrán de “Camarón que se duerme se lo lleva la corriente”. El abanderado del PR tuvo un declive en las encuestas y ahora deberá probar en el próximo sondeo el impacto de su viaje a China.
A la derecha, tras el descanso, le espera el ejercicio que más le cuesta: ponerse de acuerdo…difícil, muy difícil: no lo hicieron ni cuando fueron Gobierno.
Con tantos derechistas dispuestos al sacrificio, se fagocitarán en la previa y su blanco preferido y vulnerable será el Piñerismo.
Aprendan de la izquierda: juntos pero no revueltos; camas y dormitorios separados, pero, para la foto y los votos, sonriendo y haciéndose cariñito.
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