El Sistema versus la Opinión Pública
Un nuevo buen paso dio la Productora Mal Paso perteneciente al actor y director Clint Eastwood con la cinta “Sully” que relata la hazaña cumplida por un veterano pero experimentado piloto de aviación sobre las gélidas aguas del Rio Hudson en Nueva York.
La cinta, cuyo título podría ser propio de un almibarado relato para una comedia juvenil, por el contrario se sustenta en un caso real que pudo haber culminado en una tragedia con 155 personas fallecidas.
“Sully” circula ahora en cartelera de los cines de cadena, aunque en La Serena, tuvo fugaz paso de apenas un semana.
Está protagonizada por un ya maduro Tom Hanks interpretando a un piloto a quien la fría y estudiada simulación en un computador condenaba, a pesar de haber salvado a pasajeros y tripulación.
Hanks caracteriza al veterano de aviación Chesley Sullenberger, apodado “Sully”, cuyo avión, que recién despegaba el 15 de enero de 2009 del Aeropuerto La Guardia en Nueva York, sufrió el ataque de una bandada de gansos que averiaron los 2 motores de la máquina.
Fue el punto de inicio de una emergencia en que el piloto debió resolver en menos de 1 minuto cómo salvar a los 155 ocupantes de la aeronave que se dirigía a Carolina del Norte.
La emergencia, el contraste entre las reacciones de la Opinión Pública que convirtió a Sully en un héroe y la dureza con que le trató el rígido tribunal que le juzgó constituyen los puntos álgidos de esta cinta que, ya se ha dicho, podrían llevar a Hanks a su sexta nominación al Oscar para obtener su tercera estatuilla.
Las anteriores fueron por “Philadelfia”, que relata el drama de la discriminación en los pacientes de VIH, y “Forrest Gump”, cuyo aplaudido relato no compartimos.
Esta nueva producción de Eastwood pone el acento en los elementos de juicio así como el deshumanizado método en que se sustentaban las conclusiones de la Agencia Federal de Seguridad en el Transporte Aéreo y que condenaban la decisión del piloto para amarizar en las gélidas aguas del Hudson que recibieron la máquina averiada y a sus 155 ocupantes a una temperatura de menos 6 grados C.
El tribunal excluía en su discernimiento la relación existente entre emergencia, criterio, experiencia y fugaz lapso para adoptar la más apropiada decisión para evitar una nueva catástrofe aérea.
Una eventual condena destruía la carrera del piloto, quien además era experto en seguridad aérea y en el manejo de tripulaciones en crisis e iniciaba recién una empresa que también se desmoronaba con un fallo adverso.
Pero el público y Estados Unidos habían ya hecho su fallo: era un héroe, porque en su juicio había pesado más el resultado final, todos salvados, a pesar de los lamentos que deben haber surgido entre las compañías aseguradoras.
Notable la caracterización de Hanks en su parecido con el Sully real y envidiable los recursos de rescate que se observan en la cinta. Ya los quisiéramos en nuestras emergencias.
Clint Eastwood sigue siendo, a nuestro juicio, el más norteamericano de los cineastas contemporáneos, con esta producción que mezcla muy bien los tiempos para entregar un relato ágil y entretenido de esta hazaña sobre el Río Hudson.
Nos seguimos preguntando ¿Por qué una Productora tan exitosa lleva el nombre de “Mal Paso”?.
Tal vez es una cábala de Eastwood, quien a sus 86 años sigue estando muy vigente en la Meca del Cine Internacional.
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