Un enrarecido inicio en elecciones comunales
¿Qué importancia tiene concurrir a las urnas?
Hoy domingo estamos registrando una jornada cívica cuyo desarrollo- inicio y resultados- se inscribirá como distinta, extraña, enmarcada por un anticipado clima de abstención ciudadana, de muchos votantes que no han logrado ser atraídos por las propuestas, que no están convencidos de la utilidad de emitir su sufragio y que renuncia a su derecho electoral- acotemos- se habla del derecho ciudadano- pero este último involucra mucho más que el derecho a votar.
La temprana concurrencia de autoridades y candidatos que ya cuentan con una trayectoria política a sus lugares de votación, es también un hecho inédito.
Normalmente, la estrategia tanto de autoridades como de candidatos al emitir su sufragio ha sido presentarse a horas de mayor concurrencia, y este inédito anticipo puede interpretarse por el generalizado temor de manifestaciones adversas, porque a estas elecciones se llega en medio de una atmósfera de descontento ciudadano.
La Presidenta Bachelet fue la primera ciudadana en abrir la votación en su mesa en la comuna de La Reina. Llegó muy temprano, a las 08:15 horas y cumplió su deber cívico en un ambiente de nerviosismo, al punto que debió retornar en 2 oportunidades a su mesa, la primera para retirar su cédula olvidada y la segunda para concluir el protocolo y firmar el libro que registra su votación.
Evelyn Matthei, Marcos Enríquez Ominami y Carolina Tohá llegaron muy temprano a las 09:00 horas a sus locales de votación. No quisieron todos ellos exponerse a una manifestación adversa que si bien está prohibida en estas jornadas, ¿cuántas situaciones prohibidas e irregulares se han registrado en estos últimos años de deterioro de nuestra calidad política?
Los temores no eran irreales. Carolina Tohá debió abandonar el recinto de votación en medio de manifestaciones que llegaron a golpes y lanzamiento de panfletos. Inédito.
Tampoco ha estado ausente la ya irritante transgresión de parlamentarios hacia un correcto actuar. El diputado Hugo Gutiérrez fotografió su voto y lo subió a las redes sociales en lo que se considera una abierta intención por influir en la decisión ciudadana. Inédito.
Si tal práctica la hace un ciudadano común y corriente, se expone a sanciones. Veremos qué ocurre en el caso del parlamentario.
La Región de la Araucanía registra diversos puntos de enfrentamiento entre manifestantes y autoridades. Inédito, aunque este es un conflicto que ha escalado en medio de la indiferencia de autoridades para solucionarlo.
Preocupante todo lo que ocurre y a eso nos referíamos cuando en nuestro título de este artículo calificábamos como inédita esta jornada electoral: estamos perdiendo nuestro respeto cívico como consecuencia que previamente se ha deteriorado el respeto por quienes nos representan.
Lo ocurrido con la alteración del Padrón Electoral, inevitablemente instala un manto de dudas sobre el desarrollo de una jornada cívica. Estamos perdiendo la confiabilidad en nuestros procesos electorales y esta es una nueva arista en que Chile anota un retroceso.
Ello como consecuencia de las señales de corrupción, irregularidades, abusos, atropellos, escasa consonancia con las demandas ciudadanas y una ineficiente calidad en el desempeño de las autoridades.
La campaña proveniente de todos los sectores- Gobierno, parlamentario y los propios candidatos- para revertir la ausencia en las urnas ha tenido un enfoque desacertado, ya que se apela a la “responsabilidad” ciudadana y con ello se asigna un matiz culposo al elector en circunstancia que esta temida abstención es consecuencia del incorrecto actuar del sector político.
La Presidenta Bachelet, al emitir hoy su voto, manifestó que ella fue partidaria del sufragio voluntario porque confiaba en la educación cívica ciudadana.
No es ésta última la que ha fallado, sino las autoridades y el mundo político cometiendo irregularidades.
Agreguemos que ésta fue una campaña de muy mala calidad: los candidatos se quedaron”pegados” en las “palomas” con frases inocuas. Personalmente y le debe ocurrir a la gran mayoría de votantes, no cuento con información que me invite a inclinarme por uno u otro candidato.
Con todo, no es conveniente inhibirse hoy de participar en esta jornada y nuestro compromiso debiera ser manifestarnos desde nuestra más profunda convicción, aún sea éste un voto de rechazo al estado actual de enorme decepción por el comportamiento de quienes han sido elegidos para desempeñar un cargo y lo han hecho muy mal.
Creo que debemos contribuir a sincerar la expresión ciudadana y así no permitir que quienes sean elegidos lleguen a la engañosa conclusión que han sido beneficiados por una amplia votación que luego les valida para promocionarse como electos con un amplio respaldo.
Nuestra proyección es que esta jornada electoral se caracterizará por una amplia abstención- algo atenuada por la cercanía y el compromiso de un sector de votantes con candidatos (hasta sesgadas por manipulaciones como la acontecida en una localidad de un candidato a re-elección que amenazaba a los funcionarios si no adherían a su campaña). Esa ausencia de votantes podría determinar que en muchas comunas se registre un resultado estrecho en la elección de alcaldes, una circunstancia compleja, dado el antecedente con que se cuenta sobre el catastrófico Padrón Adulterado, y genere un manto de dudas sobre la legitimidad de la elección.
Si esto último ocurre, esta jornada cívica no concluye hoy: continuará en los días siguientes, cuando se esgrimirán argumentaciones también inéditas.
Ese es el flanco vulnerable al efectuar estos comicios sin haber corregido la planilla electoral y es el tema que planteamos en nuestra columna publicada el viernes reciente y que les invito a leer.
El Día Después
Publicado en Semanario “Tiempo” el 21/10/2016
“El Día Después” es una cinta que relata las consecuencias de una guerra nuclear porque un desquiciado apretó el botón que pudo terminar con la ya frágil supervivencia del mundo.
Afortunadamente es ficción.
Pero el mundo político tendrá su Día Después y diríamos semanas después, tras las elecciones de este domingo, para así continuar con la comedia de equivocaciones con que el país llegará a esa jornada.
Porque tras el proceso dominical, aquellos candidatos a alcaldes y concejales que pelearán un cupo voto a voto apelarán a la ilegitimidad eleccionaria por el adulterado padrón electoral, una figura que inscribe como marca propia el Chile Democrático.
La abstención de carácter masivo que se temía, consecuencia de la desconfianza e indiferencia del electorado, y los escandalosos procesos y denuncias existentes en torno a alcaldes y concejales viajeros, se convirtieron en minucias tras la realidad de 500.000 votantes que registran involuntario cambio de domicilio electoral.
Para comicios en que justamente se eligen autoridades locales. Ya se especula que esta adulteración podría ser intencional y no una simple desprolijidad.
De hecho hay comunas con padrones electorales robustecidos, en desmedro de otras que experimentaron masiva migración.
Todas las localidades del país registran electores que si desean participar deberán sufragar por un candidato que es ajeno a su lugar de residencia y otro grupo de afectados que por la distancia estará incapacitado de votar.
Este descomunal desliz se mantiene sin solución a horas del proceso eleccionario, tras una fallida y sorprendente propuesta de Ley Corta que en rigor era Ley de Parche con una “solución” que tenía el germen de la inconstitucionalidad: seguir adulterando el padrón electoral al duplicar el número de votantes afectados que podían elegir sufragar “a la carta”.
En definitiva, llegamos a una jornada electoral con un gran desprecio por el derecho ciudadano, que no quedó garantizado para 500 mil chilenos, en términos de incompatibilidad con el local de votación que se les asignó.
La cifra representa el 10% del universo electoral que perfectamente podría reclamar por la vulneración de sus derechos.
Lo correcto hubiese sido postergar los comicios y depurar un padrón que hoy registra electores con más de 120 años que ya sabemos dónde están y otros incapacitados de sufragar por la impericia institucional.
Se suma a esta ristra de errores el “brochazo” a lo maestro chasquilla en el cambio de gabinete: se mantiene el Comité Político y la “mano de gato” que hizo la Presidenta maquilló el despojo que hizo el candidato Lagos de un ministro que debilitó aún más el esmirriado cuerpo ministerial.
La salida del ministro de Energía para encabezar un gabinete en la sombra que está formando Ricardo Lagos ya raya en la caricatura política que el país no merece.
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