Tienen que votar en Chuchunco…..
Si 500.000 votantes no pueden ejercer su derecho a voto en las elecciones comunales, apenas merece una investigación sumaria, entonces será letra muerta, como muchas de las querellas anunciadas que en su mayoría quedan en nada…en eso, como decimos los chilenos.
Y significará que La Moneda atribuye nula importancia a que los ciudadanos ejerzan sus derechos democráticos.
Así como aquilató en cero valía los derechos de los niños fallecidos en casas del Sename, porque sistemáticamente se ha negado a admitir que en el caso de estos pequeños, fueron avasallados en sus Derechos Humanos.
Ambos casos confluyen hacia el mismo “fundo”- el Ministerio de Justicia- al mando deJaviera Blanco, quien como ex generala en la campaña de la Presidenta, se mantiene firme como un peral en esa cartera así sean huracanes los que soplen por fallas acumuladas: Gendarmería, Sename y Registro Civil en 2 oportunidades: la prolongada huelga de elevado costo para chilenos que requerían con urgencia su documentación y ahora con este escándalo de personas que por una re-inscripción electoral fuera de su comuna de residencia, estarán impedidas de sufragar.
La investigación sumaria sólo es para decir que alguna medida se está adoptando y no es co-relativa al daño causado.
Estos votantes serán invisibles, borrados.
Lo que en rigor correspondería sería desplazar la elección y otorgar nuevo plazo para regularizar el domicilio de los afectados, pero argumentan que es de elevado costo y por tanto ese costo se traslada al ciudadano que por algún motivo está domiciliado en Chuchunco.
Este desaguisado es equivalente al ocurrido con el fallido Censo del Gobierno de Piñera, cuando muchos chilenos dejamos de existir, aunque una gran mayoría no requieren de malos censos para no existir: por ejemplo, los niños del Sename y los residentes en pequeños poblados que no preocupan a los políticos porque allí los votantes suman pocos, no resultan gravitantes en cálculos electorales.
Veía hace algunos días una nota en televisión que mostraba a una madre con su hijo pequeño cruzando un torrentoso río a gran altura, en medio de un tinglado débil y esmirriado, pero de importante extensión, para ir de punta apunta y donde un paso en falso podría llevar a muerte segura: no tienen conectividad.
Esa es la realidad regional y el Centralismo político y no se soluciona con elección de Intendentes.
Por eso, estos votantes impedidos no hacen sino sumarse a una gran cantidad de ciudadanos fantasmales que están vivitos y coleando que no son de interés y porque las instituciones están capturadas por operadores políticos que no reúnen calificaciones para el correcto desempeño de las organizaciones.
En octubre del año pasado, la prolongada huelga del Registro Civil nos motivó para elaborar una columna que les invito a revisar a quienes se han sumado como nuevos lectores.
Recordemos además- no lo dijimos en ese artículo por falta de espacio- que el gran nudo gordiano de ese conflicto era el otorgamiento de un Bono de Producción, con que se premia a funcionarios de Registro Civil por su buen desempeño.
Es el mismo Servicio- Registro Civil- que ahora una vez más- borra con el codo a 500.000 ciudadanos.
¿Se merecerán el bono?
Les dejo con la columna de Octubre de 2015.
El Chileno Invisible
Publicado en Octubre del 2015 en Semanario “Tiempo”
¿Quién no ha soñado con ser invisible? La mayoría
Podríamos hacer todas nuestras fechorías y pillerías sin que nadie lo advirtiera; los voyeristas podrían fisgonear a su gusto y los delincuentes no serían sorprendidos. Claro que los malhechores sin ser invisibles, igual se apropian de lo ajeno en medio de gran impunidad.
Hasta pueden ser procesados y tampoco les pasa mucho. Ni a los de poco pelaje ni a los de cuello y corbata.
De los años 30 data la película “El Hombre Invisible”, para que lo sepan quienes piensan que los efectos especiales nacieron con las imágenes virtuales. Están muy equivocados: en los inicios del cine eran producto del ingenio y la creatividad.
Durante un mes, sin efectos especiales, modernos o los artesanales de antaño, los chilenos hemos estado invisibles: no somos nadie y nos conformamos con ser NN.
Lo afirmo a propósito de la prolongada movilización de los funcionarios del Registro Civil, que tiene pagando los platos rotos….¿adivinen a quién? ….al ciudadano a pie, pues. ¿Quién más?
La manzana de la discordia es un bono que los trabajadores certifican su existencia y para el Gobierno está invisible.
Así como invisible estuvo para La Moneda el drama de los chilenos que requerían perentoriamente su documentación para decir, ya no como Descartes “pienso, luego existo”, sino “tengo documentos y existo”
Para la ministra de Justicia, muy concentrada en designaciones de Fiscal y Contralor, muy aplaudida ella, no eran prioridad los ciudadanos que dormían en el suelo para al amanecer estar fresquitos y mendigar su documentación: grotesco.
No podemos hacernos los lesos- menos el Gobierno- que por un mes, muchos chilenos carecieron de identidad, los borraron, los tacharon y les dijeron: 1,2,3…momia es.
Como en los mejores tiempos del fallido censo, cuando muchos existíamos, pero no existíamos.
Los indocumentados quedaron congelados, petrificados.
Más de 20.000 guagüitas aún no existen, aunque lloren y mamen como condenadas. No tienen nombres ni padres.
Hay una cifra “negra” de fallecidos que aun deberían estar circulando por las calles, vivitos y coleando: Cine gore, muertos vivos.
Y no se le ocurra tener una muerte cuestionada: se va a descansar indefinidamente al Instituto Médico Legal.
¿Cuántos vehículos sin registrar, conductores chantas, y pedófilos sin certificados de inhabilidades andan sueltos por la calle, piolitas, sin documentar?
Los desempleados sin cédulas, se esperaran.
Las personas modestas al limbo, hasta sin derecho a la documentación que está en línea.
Para que vea: los chilenos somos visibles según nuestro bolsillo y nos usan para presionar por un bono. Existimos y no existimos, como en campañas electorales, cuando nos besan las guaguas y después nos esfumamos.
Bueno, de qué nos sorprendemos. ¿No ha sido siempre así?
¿Y de qué se queja el Gobierno? ¿Quién instauró la política de la bonocracia?
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