¿Cuál es nuestra capacidad para perdonar a los Políticos?
“Errar es Humano, Perdonar es Divino” viejo refrán, para explicar lo inexplicable o lo injustificable cuando los desaciertos calan hondo.
Por ejemplo, los yerros políticos pueden costar caro a un país, pero lo más reprobable es que casi siempre los mayores costos los pagan los sectores sociales más vulnerables.
Y en ese catálogo se remiten todas las grandes equivocaciones económicas que abundan en nuestra historia pasada y reciente.
Pero los políticos apuestan, por un ciudadano chileno con gran capacidad de perdón clemente, bondadoso, casi llegando al misticismo por comprenderles.
El caso más reciente es el de Marco Enríquez-Ominami , quien la pasada semana manifestó su intención de postular a la Presidencia, aun a pesar de estar en calidad de imputado por el uso de un avión, cuyo pago, obsequio o negociación oscura investiga la Justicia.
El ha usado estrategias falácicas para escabullirse de dar explicaciones y ha guardado silencio frente a la opinión pública y la justicia.
En su última citación frente a Tribunales, sin embargo, argumentó errores de rendición de cuenta en los dineros usados en su campaña.
Admitió que en el balance había “sapos y culebras” (sic)
¿Será esa una explicación válida, para un balance que está normado por ley, que, a lo mejor, él mismo ayudó a elaborar?
Y cuando hizo la semana pasada el anuncio rimbombante de nueva postulación a La Moneda dijo que “la gente sabe que cometemos errores, que somos seres humanos”
Ricardo Lagos admitió también tras anuncio de intención presidencial que fue un “error garrafal” el haber establecido el Crédito con Aval del Estado, pero seguidamente en la letra chica lo remitió a “error” de cálculo.
Isabel Allende que hasta hace un par de meses era incondicional del Gobierno comenzó a desembarcarse porque entendió que en la lucha que sostiene con Ricardo Lagos para ungirse como candidata tiene que ir con todo.
Así, llamó al Gobierno “a corregir errores y que entienda que los apoyos no son incondicionales”.
Si esa no es vuelta de carnero, la presidenta del PS debió ir a los Juegos Olímpicos a hacer piruetas.
Un importante número de candidatos a repetirse el plato en el cargo de alcaldes en las próximas elecciones tienen cuentas pendientes con la Justicia y deben aclarar dineros recibidos de empresas que luego ganaron licitaciones.
¿Será tan barato el sufragio ciudadano que apuestan a salir re-electos?
Lo más probable es que así sea.
El ex ministro de Hacienda anunció rimbombantes brotes verdes en la economía pero lo cierto es que no hemos salido del frío invierno en esa materia.
Hace varios meses el actual de Hacienda afirmó “que ya habíamos tocado fondo”, pero lo concreto es que las proyecciones de Crecimiento continúan en descenso.
Más de 1.000 universitarios se matricularon con la certeza de estar beneficiados con Gratuidad y el Gobierno luego admitió que hubo un “error de cálculo”.
Todos los posibles implicados en no mantener la alerta de tsunami en el terremoto en el sur salieron libres de polvo y paja, pero un centenar de ciudadanos perdieron la vida por ese “error”.
58 procesados, encarcelados y que estuvieron meses viviendo un infierno en alguna de nuestros “sofisticados” recintos penitenciarios eran inocentes, según nómina que registra la Defensoría Penal Pública.
¿Cómo se recuperan de tamaño error?
El taquillero senador Alejandro Guillier explicó que apoyó la Ley Mordaza porque “le habían pasado un gol”.
¿Y no es él el llamado a revisar lo que vota?
Explicaciones, explicaciones, explicaciones.
Si hasta se nos cayó un puente en el sur y la conexión del Cau Cau fue dinero tirado a la basura mientras los valdivianos esperarán otros 3 años para contar con el viaducto.
De ese error, que nos llevó a las plataformas internacionales bajo el título”Horror de Ingeniería”, nadie ha dicho nada.
¿Para qué? Si somos tan benevolentes y los políticos “no son seres superiores” como dijo ME-O.
¿Será tan así?
¿Es cierto que nos vieron la cara?
No, hay algunos “humildes”
El diputado socialista Marcelo Schilling pidió perdón después que le gritó a la galería del Congreso “Fuera viejas c….”, simplemente porque un grupo de ciudadanas estaban ofendiendo a la ministra de Justicia, quien aún no otorga debidas explicaciones por las muertes de niños en Casas Sename.
Y pidió perdón sólo porque el micrófono había quedado abierto.
A Pablo Lorenzini sí no le he escuchado explicaciones porque en medio de la discusión de la Ley Pro-Aborto dijo que “algunas mujeres tienen relaciones porque se han tomado unos traguitos de más. ¿O no?”, preguntó.
Y el senador Jorge Pizarro después de bajar en las encuestas tras su participación en el Mundial de Rugby mientras sus electores enfrentaban un sismo, se preguntaba si la ciudadanía le perdonaría.
Ve que son educaditos, criteriosos y proclives a que el ciudadano les entienda?
¿Hasta dónde estiran el chicle?
Ud., como ciudadano, decide.
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