Entre Maquiavelo, Jesucristo y las Palomas Blancas
Cuando ya el mundo político no logra urdir explicaciones admisibles para justificar las irregularidades cometidas, ayer martes nos invitó a pasear entre “El Príncipe” de Maquiavelo y las enseñanzas de Jesucristo.
Iván Fuentes, hoy diputado, otrora dirigente de la pesca artesanal y líder del movimiento de Aysén, explicó que la única forma de llegar a donde estaba, era ser financiado por los ricos, como la vía para levantar la voz, primero, en defensa de su gremio y, luego, en representación de la Ciudadanía.
Nos remontó al maquiavelismo y a “el fin justifica los medios”, la famosa frase que sacada de contexto, suena aún más maquiavélica.
Y el padrino del diputado Fuentes, el senador Patricio Walker, nos llevó a Jesucristo, para que seamos hombres y mujeres “de buena fe”. Walker, quien de coquimbano se transformó en aysenino, afirmó que si cometió algún error en apoyar a su pupilo, hay que entenderlo que fue “de buena fe”, y habrá que aceptar esa explicación proveniente de un militante en una colectividad confesional.
También tendremos que tragarnos su razonamiento que recurrir al financiamiento empresarial “es la práctica que se aceptaba”. Se equivocó de verbo el parlamentario: no es la artimaña que se aceptaba, sino la que ellos usaban y ocultaban.
Habría que preguntarle al senador Walker si el ahora diputado Fuentes, requería de financiamiento familiar y de campaña, por qué no le apoyó la Democracia Cristiana, ya que llegar a un cargo por elección como Independiente, bajo el cobijo de una colectividad política, es sólo eufemismo.
Que lo diga el DJ Méndez, candidato a la alcaldía de Valparaíso, catapultado por el senador Ricardo Lagos.
El mundo político- que tiene olfato en oliscar las veleidades de los electores- hace tiempo que está atrayendo a su dependencia a figuras populares que logran el voto “dulce” y de esta forma hacer un bypass en el rechazo ciudadano.
No profundizaremos más sobre este fenómeno porque llegaríamos muuuuuy arriba.
Pero no haremos más leña de la decepción existente en el mundo gremial con respecto a Fuentes. Tal vez él es un pecador menor o novato, frente a muchos que ya engrosan la nómina de parlamentarios y políticos que se financiaron de manera irregular: Longueira, von Baer, Golborne, Bianchi, Tuma, Peñailillo, los hijos del senador Pizarro, Alberto Cardemil, Jovino Novoa, Pablo Wagner, Jorge Inzunza, Marta Isasi, Iván Moreira, Fulvio Rossi, Giorgio Martelli y tal vez otros que se nos olvidan, todos o en situación de investigación o procesados.
Y todos son blancas palomas, negando aun evidencias, como es el caso del otrora fugaz ministro Jorge Insunza. Lo excepcional de Iván Fuentes fue admitir los hechos.
Sin embargo, lo condenable, es haber reconocido recibir dineros de la Federación de Industrias Pesqueras, FIPES, en tiempos que era dirigente sindical, cuando no requería financiar una campaña política y su compromiso ético era estar junto a sus representados, la pesca artesanal.
De allí emerge una gran duda, una pregunta y una explicación que él debiera otorgar.
¿Qué fines persiguen los pescados grandes financiando a quien representa a los pescados chicos, cuyo denominador común es la competencia por la extracción de recursos marinos?
Una vez más se nos asoma la frase de Maquiavello, que “el fin justifica los medios”, que podría explicar lo inexplicable de este traspaso de platas.
Comments
No comment