La Corrupción: la marea que se expande
¿Recuerdan la recurrente frase “dejen que las instituciones funcionen” que como un mantra autoridades repetían a comienzos del año para justificar los evidentes asomos de irregularidades en organizaciones públicas y privadas?
Bueno, al finalizar el año claro que podemos decir en propiedad que funcionaron, pero funcionaron transversalizadas por la corrupción. No se salvó ninguna: todas las instituciones que constituyen el tejido social sobre el cual se manifiesta el quehacer del país se reveló bajo el oscuro manto de la corrupción.
La avaricia, la codicia, el materialismo y el consumismo exacerbado han hecho lo suyo en Chile.
Y es el deplorable balance que nos deja 2015, aunque hay que consignar que esta descomposición germinó hace algunos años, cuando el país se encaminó por un mal encauzado modelo de libre competencia.
El patrón que hemos traspasado a las nuevas generaciones es el de una libre competencia despojada de una escala valórica solidaria, de conjunto, de sociedad, así como la observancia de normas mínimas de conducta ética.
Lo anterior compromete una responsabilidad compartida: de autoridades, de líderes, de políticas y de contenidos de formación en las familias y en el aula.
Penta, Caval, Soquimich, Cascada, La Polar; colusiones Farmacia, Pollos y Papel son los casos más recientes y dan cuenta de enlaces irregulares en los mundos político y empresarial, así como de codicia extrema de privados.
Y también del sector público. En la caja de Pandora de los implicados hay personajes pertenecientes a los poderes Legislativo y Ejecutivo; de este y de anteriores gobiernos; ministros, subsecretarios, asesores y familiares asociados.
La descomposición también ha permeado a las administraciones locales y hoy alcaldes y concejales de distintos sectores del país están siendo investigados o ya procesados.
El último investigado es la comuna de Lota, una indagación en pleno desarrollo.
La Fiscalía del Maule anunció también esta semana la formalización de 8 concejales de esa comuna, quienes son acusados de descalce en la rendición de cuenta por viajes al extranjero.
Ex edil y concejales de Arica están enfrentando además condenas por fraudes en licitaciones adjudicadas y por las que habrían sido sobornados.
El escándalo de la basura es una investigación en pleno proceso en las comunas de Maipú y Cerro Navia.
El mundo uniformado tampoco ha quedado inmune a esta estela de corrupción y en el Ejército se indaga el Milicogate por usurpación de dineros provenientes de la Ley Reservada del Cobre.
Este es el último Escándalo del sector castrista- porque el primero habría que remontarlo al período de Pinochet y que se extiende hasta ahora con el Caso Soquimich, que vinculó al mundo político de diverso pelaje ideológico que no trepidó en estirar la mano para recoger dinero proveniente del yerno del dictador.
Cuánto de ese oscuro periodo habrá quedado bajo la impunidad de la censura y de una Administración que careció de fiscalización y de Libertad de Expresión.
La compra de pertrechos, aviones y armamento ha sido también la vía para prácticas de corrupción en el Ejército y en la Fuerza Aérea.
La degradación existente al interior de la Iglesia Católica, que no está vinculada al dinero sino a prácticas aun más perversas, el abuso de menores por curas, con la consiguiente ruptura del compromiso vinculado a su ministerio así como el atropello a familias que confiaron en su investidura.
Igualmente censurable ha sido el comportamiento de la jerarquía eclesiástica que ha amparado estos delitos, ha negado su ocurrencia, ha protegido a los involucrados y ha abandonado a las víctimas y sus familias.
El más reciente destape de corrupción es el vinculado al Deporte, el Caso Jadue, ya confeso y amparándose a la delación compensada en Estados Unidos.
El caso está aun en pleno desarrollo y nos referiremos a este escándalo la semana próxima.
No obstante y a pesar de mi ignorancia en materia futbolística, puedo afirmar que ésta era una bola de nieve que fue in crescendo desde que el fútbol devino en negocio, donde jugadores, medios de comunicación y dirigentes han compartido una danza de millones derivada de una cruenta competencia de empresas por ocupar los espacios dedicados a esta enfervorizada pasión deportiva.
Podríamos extender más este tema, pero sobrarán otras oportunidades para desmenuzarlo aún más.
En el balance 2015 de la corrupción podemos decir que claro que han funcionado las instituciones pero en su práctica más maligna, la del soborno, la degradación y las coimas que socavaron los sectores político, empresarial, municipal, religioso, castrista y deportivo.
Precisar por último que el actual no es el Año de la Corrupción sino el del Destape en el que la ciudadanía debiera reconocer que las instituciones que sí han funcionado en su rol han sido los medios de comunicación y las redes sociales en transparentar estos acontecimientos.
La Corrupción es ya una vieja práctica derivada desde que el país puso como el principal foco el dinero y el consumo desenfrenado y despreocupó otros valores que sí nos aportarían una mejor calidad de vida.
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