Qué rápidos son los políticos para imponer una Agenda de Opinión. Suben y bajan temas con eficacia. Ya echaron tierra, sepultaron la abstención, eludiendo una reflexión profunda del comportamiento del votante y optaron por explicaciones superficiales culpando al voto voluntario, las compras navideñas y otras excusas menores como causa de la ausencia en urna.
Pero la baja respuesta ciudadana es demasiado amplia para ignorarla, sepultarla u optar por el camino fácil con soluciones de maquillaje.
De la abstención que se anticipaba ironicé en mis columnas, como una necesaria crítica al escenario político y democrático existente, pero lo cierto es que tal comportamiento no me complace porque mi país me importa. No obstante, puse todas las fichas existentes en abstención- esto es el 50% del padrón electoral- y aposté a que nuevamente se repetía en el balotaje. Quedé corta, porque sabemos que la abstinencia electoral superó el 58%.
Han surgido soluciones que dan cuenta de la sordera y ceguera política para admitir y explicar que la indiferencia electoral va más allá de la Navidad, la playa y el soleado día del que numeroso público disfrutaba en la costa serenense.
Agregar contenidos escolares de Educación Cívica, como ya se ha propuesto, no hace sino aportar a las nuevas generaciones sólo el marco teórico del conocimiento cívico.
Otros con actitud paternalista y régimen militar proponen retornar al voto obligatorio y hasta concurrencia a urna ligada a subsidios…..
Ninguno admite la gran verdad sobre esta indiferencia electoral, que se sitúa en la enorme decepción sobre comportamientos observados en el juego político, que se traduce en falta de pactos de acuerdos para avanzar, por ejemplo, en la necesaria legislación que requiere el país en una multiplicidad de materias.
También hay algo más profundo que complementa lo anterior. Al país le ha hecho mal el libre mercado como llanero solitario del desarrollo: nos dejó en pos de la zanahoria del consumismo y del individualismo.
Así, a los acomodados y satisfechos da lo mismo cualquier candidato. Al otro extremo, el de los marginados, la indiferencia electoral tiene matiz de desesperanza. La abstención no hace sino replicar el escenario social en que nos movemos. En ese nicho anidan los abstencionistas electorales y mientras no modifiquemos esa indigna jerarquía social no podré otorgar sobre azul a mis candidatos décimo y tercero que representaron esta abrumadora y preocupante abstención.
Comments
No comment