La economía redujo su velocidad y ya se refleja en un menor crecimiento. Una evolución prevista y sustentada en factores internos y externos.

China ralentizó su economía, los combustibles están  superando barreras sicológicas y el precio del cobre retrocede.

A nivel interno se suma el significativo descenso del Índice de Percepción de la Economía (IPEC), señal inequívoca de baja en demanda interna, eje del crecimiento económico en los últimos 12 meses.

El escenario político puso su cuota en este IPEC y a la incertidumbre sobre la futura matriz tributaria se añadió una estéril discusión sobre el déficit fiscal, cuyas contrapuestas interpretaciones no hacen sino confundir a la ciudadanía.

También bajamos nuestra competitividad por alzas relevantes en insumos productivos. De hecho, Perú y Colombia han desplazado a nuestra economía del liderazgo continental.

Hemos prestado oídos sordos a la creciente incertidumbre con respecto a nuestro futuro energético y el resultante mayor valor del insumo que está restando competencia a nuestras exportaciones en momentos que las señales de recuperación de la economía mundial son aún débiles, volátiles y hasta inciertas.

No ha habido capacidad de reacción y estrategia de gobierno y privados para resolver la encrucijada energética. Agreguemos una ciudadanía empoderada, proyectos judicializados y un consecuente freno a la necesaria ampliación de esa relevante matriz sectorial.

El tema fue análisis en el Centro de Estudios Públicos y los especialistas aportaron información que en su conjunto dio cuenta de una paradójica oscuridad en el futuro energético del país.

Según Vittorio Corbo, somos la quinta economía OCDE con los valores en electricidad más elevados para la producción industrial y si bien en costo hogares nos desplazamos al lugar número 18, el quintil de más bajos ingresos recibe el mayor impacto del precio al representar el 14,4% de sus gastos versus el 2,9% del 20% con mayor renta.

Sebastián Bernstein y Hugh Rudnick recomendaron a privados modificar la estrategia con las comunidades, otorgarles beneficios permanentes, realizar un trabajo participativo y de conjunto en la mitigación de los impactos ambientales.

Avanzar en uso de Energías Renovables No Convencionales y aplicar Innovación Tecnológica debieran ser proyectos prioritarios en políticas sectoriales de mediano y largo plazo. También la conexión SING/SIC.

Diseñar una propuesta que otorgue confianza a privados y ciudadanía que al final del día, recibe el beneficio de un mercado seguro, limpio y de bajo costo será ya tarea del próximo gobierno.